La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La guía secreta de Asturias

El paisaje que queda en el retrovisor

La carretera del puerto de San Lorenzo, que une los concejos de Somiedo y Teverga, atraviesa parajes de gran belleza aún con ganado en los altos

Una vaca en los pastos del puerto de San Lorenzo, que comunica Somiedo con Teverga. ANA PAZ PAREDES

Generalmente se elige un lugar de destino cuando se viaja; sin embargo, para los amantes de la conducción y de carreteras atractivas y únicas, es aún más importante el viaje en sí mismo que su destino final. Una de esas carreteras estupendas que una vez recorridas se quedan para siempre en el retrovisor es la AS-265, aunque todo el mundo la conoce por la carretera del puerto de San Lorenzo, que se encuentra a una altitud de 1.347 metros y en cuyos pastos aún se puede ver ganado aprovechando los pastos en los comienzos del otoño.

Con tiempo despejado, el paisaje es, sin duda, abrumador. También suele haber, a decir de algunos vecinos, días con niebla alta que parece flotar en medio de los valles. Desde el lado tevergano basta con coger esta carretera en el indicador que figura en el centro de la capital del concejo, La Plaza. Sin embargo, si se sube desde Somiedo se entra por la localidad de La Riera para comenzar un ascenso que para los acompañantes de los viajeros es una auténtica ruta por el paraíso astur. Aun con buen número de curvas, tiene anchura y buen asfalto. Hasta el alto del puerto se recorren poco más de diez kilómetros en los que se asoma a las ventanillas un paisaje de montaña y bosque en el que se descubren, desperdigados, varios pueblos somedanos. Tal es el caso del más lejano, Villaux, mientras que al borde de la carretera unos kilómetros después ya asoma Las Morteras, con sus diferentes barrios y hórreos cercanos.

Continuando el recorrido, el siguiente pueblo que se encuentra el viajero también asomado a la carretera y en una de sus curvas de herradura es el de Orderias, pasado el cual y pocos kilómetros después ya se acierta a ver el puerto de San Lorenzo, un lugar precioso desde el que una vez arriba y mirando hacia Teverga el viajero puede contemplar unas vistas maravillosas del concejo, destacando especialmente la Peña Sobia, además de las brañas de Tuiza, también junto a la carretera y a unos dos kilómetros de iniciada la bajada hacia Teverga, a mano derecha.

Eso sí, imprescindible quedarse a recorrer parte de este puerto, donde aún habita el ganado, haciéndose oír por el sonido de los lloqueros y compartiendo el mismo espacio caballos y vacas. El puerto lo cruza el GR-101 o Camín Real de la Mesa. Igualmente, desde allí hay recorridos sencillos y agradables, como el que lleva a la braña del Corro o, si se prefiere, la ruta de las brañas vaqueiras, que sale desde Tuiza, ya entrados en Teverga. Aunque, la verdad, una vez allí arriba es todo tan guapo que lo que apetece es quedarse sentado contemplando el espectáculo.

Compartir el artículo

stats