Se le acusa del delito más infamante que se puede imputar a un padre, haber abusado de su hija, discapacitada para más señas, durante más de una década, desde que ella tenía 13 años hasta que cumplió los 24. Sin embargo, en la vista celebrada en la mañana de ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial, el portugués Basilio Manuel S. D. S. defendió con uñas y dientes su inocencia y negó que hubiese tocado a la muchacha en el domicilio familiar de Lugones. "Estaba todo el día trabajando", aseguró. Por tanto, no se daba ni el momento ni la oportunidad de cometer los abusos. Con su hija, además, la relación era normal. Los psicólogos -los forenses por un lado y las adscritas a la Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad, con sede en Madrid- discreparon sobre la credibilidad del relato de la hija, por lo que ésta ha sido llamada a declarar hoy, aunque inicialmente estaba previsto que no lo hiciera.

El ministerio público solicita nueve años de prisión, otros trece de alejamiento y nueve más de libertad vigilada, además de una indemnización de 5.000 euros para la hija por daños morales. La acusación particular, ejercida por la Fundación Vinjoy, bajo la dirección letrada de José Ovies, eleva la petición de prisión a doce años. Los hechos se destaparon después de que la joven, que sufre un ligero retraso mental y tiene una incapacidad del 65 por ciento, comentase a un compañero de la Fundación Vinjoy que su padre abusaba de ella. Este relato llegó a oídos del personal de de la institución, que decidió ponerlo en conocimiento de la Fiscalía, dando lugar al actual proceso.

En la jornada de ayer, que se celebró a puerta cerrada, estaban convocados un total de 18 testigos y peritos, entre ellos la mujer y la otra hija del acusado, más joven que la víctima. Ambas negaron haber tenido conocimiento de los abusos, ni siquiera el más mínimo indicio. El acusado, de 50 años, estuvo en prisión preventiva desde el 27 de marzo de 2015, fecha en la que pasó a disposición judicial, hasta el 18 de junio de ese mismo ejercicio. Desde esa época ha estado de su familia por orden del juez, una situación que le tiene "muy afectado", según indicó su abogado, Javier Szechenyi, quien solicitará la libre absolución de su defendido.

Ayer también declararon miembros del personal de la Fundación Vinjoy, entre ellos su director gerente, Adolfo Rivas, a quienes llegó el relato de la joven discapacitada, así como agentes del Cuerpo Nacional de Policía que llevaron a cabo la investigación. Rivas indicó que se habían visto en la obligación de comunicar al fiscal unos hechos tan graves.

Periciales psicológicas

Pero el punto crucial era la declaración de los psicólogos. Para los designados por la autoridad judicial, que realizaron una entrevista de unas tres horas con la muchacha, su versión no es creíble, al haber aspectos que no cuadran. El tipo de lenguaje, la descripción de los hechos les mueven a pensar que podría estar fabulando. Por contra, las psicólogas de la Unidad de Atención a Víctimas con Discapacidad sí consideran que el relato de la joven es perfectamente factible, por lo que apuntan a que los abusos sexuales sí se produjeron. El juicio continuará esta mañana con la declaración de las perjudicada y las conclusiones.