Cada alumno asturiano adscrito a la escuela rural (fundamentalmente a los 27 CRAS que funcionan en la región) tiene un coste de más de 27.000 euros por curso, que es cuatro veces más que la media por alumno en Asturias.

La cifra sirvió de argumento al Consejero de Educación, Genaro Alonso, para defender ayer en comisión parlamentaria las políticas de su departamento en relación con la escuela rural y esos casi 3.200 niños que pertenecen a ella. El término "escuela rural" tiene mucho de administrativo porque, por ejemplo, no incluye a los escolares del ámbito rural alrededor de los núcleos urbanos asturianos.

El debate fue promovido por los diputados de Podemos en la Comisión de Educación. Uno de ellos, Andrés Fernández Vilanova, afirmó que "el 75% del territorio asturiano está en grave riesgo demográfico". Coincide con el consejero en que la enseñanza es un pilar de estrategia frente al desierto poblacional pero la oposición habla de recortes mientras Educación se refiere a ajustes.

"Todo es mejorable, pero créame si le digo que el margen de mejora en la escuela rural asturiana es ya escaso", le dijo Genaro Alonso al diputado del PP David González Medina, quien horas antes había presentado la proposición no de ley para potenciar el Plan Bilingüe (castellano e inglés "que es el que interesa a la mayoría de las familias asturianas"), que contempla la implantación del bilingüismo ya en el segundo ciclo de Infantil.

El diputado de Ciudadanos Nicanor García preguntó a Alonso dónde habían ido los 700.000 euros para las oposiciones docentes que no se celebraron: 327.000 para la paga de los 25 años de profesores de la concertada, y 127.000 para la biblioteca de Piedras Blancas. El resto, aún en caja.