Cocina tradicional honesta y actualizada, trato exquisito y ambiente acogedor. El Restaurante Ciudadela, que abrió sus puertas en diciembre de 1998, va camino de la veintena siendo uno de los grandes referentes de la gastronomía de Gijón. Perteneciente al Grupo Gavia, el establecimiento cuenta con un concurrido bar de tapas y dos comedores, todo de cuidado ambiente rústico. Asimismo, en el sótano posee otros cinco espacios más a modo de cuevas, ofreciendo en todos ellos una amplia variedad de platos tradicionales, de cuchara, internacionales, de caza, etc., todos ellos con el sello inconfundible de la mejor gastronomía de la región.

Su cocina destaca por haber ido innovando en tendencias gastronómicas, respetando siempre la tradición asturiana, tradición basada en la calidad de la materia prima y en los sabores. En estos más de dieciocho años han evolucionado en técnicas de elaboración e incorporado las últimas tecnologías que existen en cocina, siempre con la intención de sorprender a sus numerosos clientes, quienes tanto en la zona de bar como en los comedores reciben siempre un servicio más que excelente.

- ¿Exige mucho sacrificio cumplir con los requisitos del sello "Mesas de Asturias"?

- Para nosotros ninguno. Estamos certificados en Q de calidad turística desde hace años y las auditorias anuales exigen un nivel que nos permite estar en Mesas de Asturias cómodamente. Nos obliga a superarnos y a "autocontrolarnos", por lo que el sacrificio es mínimo.

- ¿Dónde reside el secreto del éxito del Restaurante Ciudadela?

- Son ya 18 años dedicados al cliente, a ofrecer una propuesta diferente a la mayoría de los restaurantes de nuestro entorno, a ofrecer una gran calidad a precios moderados.

- Hacen gala de sinceridad y honestidad en sus propuestas. ¿Hoy en día es difícil encontrar esto en un restaurante?

- Creemos que no. Hay muchos restaurantes honestos y sinceros, el cliente no es tonto y si le engañas una vez te elimina de su agenda.

- Hable de sus instalaciones. No dejan indiferente a ningún comensal...

- Cuando inauguramos Ciudadela, nuestras cuevas fueron una propuesta original y diferente en Gijón y en Asturias, pues recreaban las antiguas bodegas castellanas de adobe. Es un sitio diferente donde disfrutar de tu comida o cena.

- Si el entorno gusta y sorprende, su cocina no se queda atrás...

- La propuesta de Ciudadela es una cocina de mercado muy actualizada. Nuestro equipo de cocina se esfuerza en diseñar cada año tres cartas: la de otoño-invierno, con propuestas de caza; la de primavera, más ligera; y la de verano, con la costera del bonito, donde este último reina en la mayoría de los platos. Sin olvidar clásicos que no nos dejan cambiar y llevan con nosotros desde la inauguración.

- ¿La gastronomía asturiana tiene límites?

- Creemos que no. Han evolucionado las técnicas y han aparecido nuevas tendencias que se pueden adaptar a cocina tradicional y nuevos productos. La gastronomía evoluciona con el hombre, siempre ha sido así.

- ¿Cuál es su receta favorita para este inicio del otoño?

- Siempre me quedo con un clásico como nuestros "Lomos de pixin con risotto de setas y langostinos" y con uno nuevo como las "Albóndigas de ibérico con manzana y foie".

- ¿Cuál es la principal prioridad de los clientes actuales?

- Nuestra clientela busca un buen servicio, cercano a la par que riguroso, donde nuestro personal de sala destaca especialmente y una cocina honrada y que sorprenda, con regularidad, siempre buscando el notable alto y no bajando de esa puntuación.

Qué ver en Gijón

Foto cedida por la Sociedad Pública de Gestión y Promoción Turística y Cultural del Principado de Asturias / Paco Currás S.L.

A orillas del mar Cantábrico, Gijón muestra al visitante una atractiva combinación de sabor marinero, patrimonio monumental y un urbanismo moderno al borde de la playa, con un puerto deportivo que refleja una historia fuertemente ligada al mar. Su casco viejo está formado por el cerro de Santa Catalina y el barrio de origen pesquero de Cimavilla. En este cerro se asentaron sus primeros pobladores y ha sido el lugar elegido para emplazar el "Elogio del Horizonte", monumental obra del escultor vasco Eduardo Chillida. Desde este punto se tiene una de las mejores vistas del mar Cantábrico, la Costa Verde y el propio Cimavilla. En estas calles, entre la playa de San Lorenzo y el muelle deportivo, se dan cita restos romanos, casonas palaciegas y antiguas viviendas de pescadores. En la Plaza Mayor destaca el edificio del Ayuntamiento (s. XIX), mientras que en la de Jovellanos se encuentra el Museo Casa Natal de Jovellanos, político y escritor ilustrado nacido en la ciudad. Este edificio, del siglo XVI, contiene recuerdos y obras pictóricas y escultóricas de varios artistas y anexa al mismo se encuentra la capilla de los Remedios, donde se halla su sepulcro.

En la plaza del Marqués, mirando al puerto deportivo, se alzan el Palacio de Revillagigedo y la Colegiata de San Juan Bautista, dedicadas en la actualidad a exposiciones de arte moderno. Versado sobre pintura y escultura contemporánea está el Museo Barloja, situado en la calle de La Trinidad. En el entorno del llamado Campo Valdés se sitúan el palacio Valdés, construcción del siglo XVI que fue una Fábrica de Tabacos; la iglesia de San Pedro y las termas romanas. La presencia romana de la IV Legión Macedónica en la ciudad se hace patente en este hipocausto, salas donde se producía aire caliente para las termas, datado en los primeros siglos de nuestra era, y en los restos encontrados de las antiguas murallas. Todo ello con vista a la ensenada de Gijón y a la extensa playa de San Lorenzo.

La ciudad moderna depara al visitante un trazado racionalista de abundantes plazas y zonas verdes como los Jardines del Náutico, de Begoña o de la Reina. Merece la pena recorrer los comercios de la calle Corrida, los antiguos cafés y sidrerías del Paseo Begoña o internarnos por la calle Uría y Menéndez Valdés hasta llegar al Teatro Jovellanos. En el otro extremo de la playa de San Lorenzo desemboca el río Piles, delimitando con su cauce el Parque Inglés y el Parque de Isabel la Católica. En uno de sus lados se abre el recinto ferial, donde las visitas inexcusables son el Museo Etnográfico del Pueblo de Asturias, el Museo del Hórreo y el Museo Internacional de la Gaita, donde se puede conocer algo más de este típico instrumento asturiano. No muy lejos comienza el barrio residencial de Somió, una de las primeras "ciudad-jardín" que se construyeron en España. Una de estas casas rodeada de jardines da cobijo a la Fundación Evaristo Valle, dedicada al pintor y a su obra.

Una visita a la ciudad bien merece una parada en la Universidad Laboral, el edificio monumental más grande de España, que alberga Laboral ciudad de la Cultura y Laboral Centro de Arte y Creación Industrial. En su interior se encuentra la mayor Iglesia de planta elíptica del mundo. La torre, que tomó el faro de Alejandría y la Giralda de Sevilla como inspiración, mide 130 metros y es la mayor altura de Asturias además del edifico de piedra más alto de España. Está situado en el barrio de Cabueñes, donde también se encuentra el Jardín Botánico Atlántico, que cuenta con 25 hectáreas de naturaleza para perderse y desconectar en uno de los lugares más idílicos de la ciudad. Antes de partir, es recomendable una visita a la playa de Poniente, donde los amantes del mundo marino podrán conocer el Acuario de la ciudad, el acuario de tamaño medio con mayor grado de biodiversidad del mundo. Próximo a este se encuentra el Museo del Ferrocarril.

Más información en:

www.restauranteciudadela.com

www.turismoasturias.es