"Hay momentos en que el periodista tiene que dar un paso adelante y dejar de ser neutral. Frente al populismo y la postverdad, frente a tantas mentiras como se dicen, la interferencia rusa y el "España nos roba", aquí ya no cabe la equidistancia. En la crisis de Cataluña hay demasiadas cosas en juego, el pan de mis hijos y de las personas que quiero. Es preciso que todos combatamos las mentiras que nos están alejando, y que al final veamos la luz y sigamos siendo hermanos".

La periodista de Antena 3 Susanna Griso puso ayer una sentida nota de emoción al recoger en Oviedo el premio de la Asociación Iberoamericana de la Comunicación (Asicom). Ella, catalana y comprometida, habló de su tierra y de las "cosas dolorosas" que nos toca vivir por el delirio secesionista.

Los asistentes al acto en el paraninfo de la Universidad, reconocieron con una cerrada ovación sus críticas al proceso independentistas a las que se sumó otro de los premiados, el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane.

"Me siento vasco, asturiano, español y hasta un poco catalán, y no entiendo cómo no es posible que todos estos sentimientos sean compatibles". Seoane está seguro que esta crisis "se va a terminar".

"Cuando dejamos de pelearnos, tenemos siempre éxito importante, y no hay mayor éxito que el de esta España de los últimos cuarenta años. Hay que ponerse ya en marcha para que los próximos cuarenta sean aún mejores".

Asicom y la Universidad de Oviedo entregaron sus galardones anuales a siete personalidades del ámbito iberoamericano, ilustres en el mundo del deporte, la empresa, la acción social, la ciencia, la comunicación y la defensa de los derechos humanos.

Este último sector aportó a la estrella de la noche, la presidenta de las Abuelas de la Plaza de Mayo, Estela Barnés de Carlotto, símbolo de la lucha cívica contra los asesinatos de la dictadura militar argentina de mediados de los años setenta. Estela, 86 años, habló poco pero ni una de sus palabras fue superflua.

"Éste es un premio para todas las Abuelas, ninguna hubiera podido luchar en soledad. Lo hemos hecho siempre unidas, desde el amor y sin ánimo de venganza. Somos mujeres que luchamos por la verdad, por la memoria y la justicia".

A Ángel García, el Padre Ángel, el premio "Asicom" 2017 se le concede "por una vida al servicio de los demás y una labor que ha llegado hasta los últimos rincones del planeta". Al maratoniano paraolímpico asturiano Alberto Suárez Laso, el galardón es concedido por su "madera de ganador, tenaz y perseverante, solventando todas las dificultades hasta alcanzar las cimas más altas, las distancias más largas".

Plácido Arango, otro de los premiados, por "representar lo mejor de dos mundos, el de América y el de Europa". La psiquiatra mexicana y estadounidense Nora Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, en Washington, por "su genio científico y sus importantes contribuciones a las ciencias de la salud". Volkow, biznieta de Trotsky por parte de padre, alertó sobre el peligro "de rechazar al drogadicto, que es víctima de una enfermedad devastadora", y apostó por el conocimiento "frente a ese rechazo que nos disminuye".

"Nunca llueve que no escampe, como decimos en Asturias. Hay que ser felices, hay que tener esperanza porque un mundo mejor es posible", dijo el Padre Ángel. La periodista Susana Griso, que se tuvo que ausentar del acto por cuestión de horario laboral, no resistió la tentación de contar una anécdota. El Padre Ángel le regaló un llavero con la imagen de La Santina y le confesó que otro llavero con la Virgen de Covadonga se lo había entregado un par de días antes del referéndum al mismísimo Puigdemont.

"Yo confío en los buenos oficios, no sé si del padre pero sí de la Virgen", dijo Griso. Tras la finalización de la ceremonia hubo quien se acercó al Padre Ángel García para pedirle detalles. No dio demasiados, pero sí dijo que el regalo se lo había entregado al president en su propio despacho y que Puigdemont le había dado las gracias. Por el momento La Santina no logró poner luz en la destartalada cabeza de un hombre a la deriva.