Según los responsables de la Universidad, existe una coincidencia generalizada sobre la falta de preparación previa de los estudiantes y los altos niveles de absentismo en las aulas, desde el primer día de clase, y en algunos casos de abandono de los estudios (Química podría ser un ejemplo de ello pero también el grado en Turismo). Todo apunta, señalan los docentes, a que las orientaciones recibidas por los estudiantes en sus centros de Secundaria no son las idóneas. Precisan, no obstante, los responsables académicos que no se trata tanto de falta de conocimientos sino del hecho de que esos conocimientos no se adquieren cursando las asignaturas de Secundaria correspondientes porque no se advierte a los orientadores de la importancia de éstas para los estudios universitarios que posteriormente desean cursar los alumnos. Un ejemplo claro es desde hace tiempo las asignaturas de contenido matemático que son matriculadas por estudiantes que no han cursado Matemáticas en Bachillerato al no ser conscientes de su necesidad para los estudios universitarios. La consecuencia directa es una baja tasa de éxito en esas asignaturas. Además de mejorar en la etapa anterior, se sugiere seguir el modelo de algunos centros universitarios que han diseñado una herramienta para realizar un análisis "coherente, racional y formalizado" de los resultados de los grados y sus asignaturas para lograr una mínima repetición de las materias con tasas de rendimiento bajas.
