El aeropuerto de Asturias "apagará" el próximo lunes día 23 de octubre el sistema electrónico de ayuda a la navegación (ILS) que permite a los aviones aterrizar con la más cerrada de las nieblas, y así lo mantendrá durante al menos dos meses para proceder a la sustitución de ese equipo por otro similar pero con tecnología de última generación. La obra, por importe de casi medio millón de euros, se añade al paquete de mejoras en ejecución para obtener la certificación de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea conforme a lo especificado por una reciente normativa europea.

El director del aeródromo, Carlos San Martín, explicó ayer que Aena ha logrado reducir "de a cuatro a dos meses" el tiempo que el ILS estará de baja por obras para minimizar el efecto de la medida en la operatividad aérea de la terminal y mostró confianza en que la misma no se vea afectada de forma extraordinaria: "Para eso hemos procurado hacer coincidir las obras con un periodo del año alejado del verano -los meses con más vuelos- y con las condiciones meteorológicas más favorables para evitar la formación de niebla, al menos según la serie histórica".

Pese al "apagado" temporal del sistema preferente de guía de los aviones en el momento del aterrizaje, los pilotos no quedarán totalmente desasistidos. En ausencia del ILS, seguirán funcionando otros sistemas complementarios de radioayudas a la navegación como el VOR/DME y el NDB, que proporcionan a las aeronaves guías de ángulo/distancia y posicionamiento lateral respecto a las estaciones donde están situadas estas radioayudas. Se trata de sistemas más primitivos, pero igualmente eficaces para la aproximación de los aviones a tierra; eso sí, su rendimiento baja notablemente en condiciones de visibilidad reducida.

El nuevo ILS (del inglés Instrumental Landing System) del aeropuerto asturiano es de última generación y de la máxima categoría en una escala de uno a tres, la misma que tenía el que va a ser retirado y que data de 2003. Se trata de un dispositivo para operar con niebla al que se ha incorporado tecnología de vanguardia y que, según indicó Carlos San Martín, "redundará en una mejor operatividad del aeropuerto, una mayor fiabilidad del equipo (las menores necesidades de mantenimiento reducen la probabilidad de avería), una mayor estabilidad de la señal que emite el dispositivo y un funcionamiento más eficiente energéticamente". San Martín subrayó que, si todo va bien, "a finales de diciembre estará en funcionamiento el nuevo sistema".

Por otra parte, Carlos San Martín resaltó que Aena está invirtiendo alrededor de cinco millones de euros en mejorar las instalaciones del aeropuerto de Asturias. Además del nuevo ILS, hay que sumar actuaciones en el campo de vuelo necesarias para lograr la certificación europea (1,6 millones), la reparación de varios tramos de la pista de despegue y aterrizaje (2,5 millones) y la adecuación de terrenos y corrección de obstáculos próximos al área de movimiento de las aeronaves (0,8 millones).

De esas tres intervenciones, todas adjudicadas, la primera se halla en ejecución y la segunda está próxima a empezar. Se trata de obras que deben ajustarse a una estricta planificación para no interferir en los vuelos programados y que en algunos casos, por la conveniencia del tráfico aéreo, deberán ser realizadas en horario nocturno.