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Sampol

Emprendedoras rurales en Boal

Manuela Rodríguez, su suegra, Gonzalina Fernández, y su cuñada Patricia Suárez están al frente de la única empresa chacinera del concejo

Manuela Rodríguez con parte de los chorizos, botillos y morcillas que elaboran en Sampol.

Manuela Rodríguez ya conocía de niña lo que es la matanza en el pueblo. "Al menos lo veía hacer en mi casa una o dos veces al año. Yo soy de Candanosa, un pueblo de Villayón", matiza. Y es que antes de conocer a quien es hoy su marido y con quien ha fundado una familia en el pueblo de Sampol estuvo estudiando en Gijón técnico de laboratorio y también quiso estudiar Enfermería, pero no logró la nota suficiente para hacerlo en Asturias. También empezó Pedagogía, pero lo dejó porque no le gustaba. "Estuve trabajando en varias cosas antes de empezar con mi suegra y mi cuñada con esta empresa. En una inmobiliaria, en una asesoría y también un tiempo como camarera en Boal", recuerda.

En 2008 fundó su empresa actual, junto a su suegra y su cuñada, con el nombre de Embutidos Pico de Fiel, que hace referencia, como ella misma explica, a una "hermosa vega donde los praos tenían una gran producción tanto de hierba como de árboles frutales y que quedó anegada por el agua con el embalse de Arbón. El Picón de Fiel es el que queda como testigo visible de esas fincas que tanto dieron. El nombre es un homenaje a ese lugar", recuerda esta mujer, que antes de comenzar esta andadura que a día de hoy es todo un éxito, afirma que hicieron un estudio de mercado para ver la viabilidad de su proyecto en la zona.

"Vimos que no había ninguna empresa chacinera a excepción entonces de dos carnicerías en Boal, ahora queda una. Queríamos emprender un negocio viable y en casa", explica, "y aquí todo lo hacemos nosotros. Tenemos ganadería propia, tanto de vacuno como de cerdos, además de trabajar las fincas junto con los maridos. Estamos muy contentas con lo logrado, es un trabajo duro, pero ¿cuál no lo es si quieres triunfar y sacarlo a delante?", plantea. "El saber que lo estás haciendo bien te impulsa a continuar, que un cliente diga que tu chorizo es el más parecido al que hacía su madre es una gran satisfacción y, además, hecho en tu casa, con lo que siempre tienes más tiempo para la conciliación familiar. Nosotros tenemos un hijo al que recoge el autobús para ir a la escuela a Boal y estamos contentos", prosigue.

Chorizos, morcillas, botelos, longanizas, lomo, panceta, cabeza de cerdo, costillas, lacón, tocino, picadillo, lo cierto es que la producción de estas emprendedoras rurales es fruto de una constancia y un optimismo admirables al frente de la única empresa chacinera que hay en Boal. También ellas lo distribuyen. "No tenemos venta on-line, pero mucha gente llega a nosotros al conocernos por internet. Hacemos venta directa, nosotras distribuimos y vamos a los mercados. Por ejemplo, en Oviedo estamos todos los primeros domingos de mes en la calle Gascona".

Esta mujer anima a emprender en el mundo rural. "Hay que hacer un estudio de mercado sobre el lugar donde quieres emprender y dar con un producto que encaje. Animo a la gente a hacerlo, además, se contribuye a luchar contra el despoblamiento", concluye.

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