Mientras que los cazadores no consiguieron avistar ningún lobo en las dos batidas autorizadas por el Principado, la Guardería del Medio Natural abatió ayer dos ejemplares en el monte Mofoso, en Lena. En concreto, fueron un macho y una hembra, y además hirieron a otro lobo más, que logró huir. Los disparos persiguen cumplir el cupo de 45 animales, fijado en el programa de actuaciones 2017-2018.

En el plan anterior, que se prolongó hasta el 30 de abril de este año, los guardas efectuaron 629 salidas y sólo abatieron a 9 (6 hembras y 3 machos) de los 32 lobos muertos. Los 23 restantes fallecieron por atropellos, disparos ilegales y causas por determinar. En el presente programa, según los últimos datos facilitados por la consejería de Medio Ambiente hace un mes, la Guardería llevaba matados a 6 ejemplares dentro de las siete áreas de gestión o de presencia permanente de la especie. A ellos hay que sumar por lo menos los dos abatidos ayer en el concejo de Lena. Además, hace una semana, los guardas mataron por primera vez otro lobo en una cacería programada en la Reserva Regional de Caza de Cangas del Narcea.

Ante la falta de eficiencia de estos controles y con el objetivo de llegar al cupo de 45 extracciones, Medio Ambiente ha recurrido al apoyo de las sociedades cinegéticas, "tal y como contempla el II Plan del Lobo y el reglamento de caza". De momento, las dos batidas celebradas, bajo supervisión de la Guardería, en la sierra del Cuera y en Candamo han fracasado. Los cazadores no lograron abatir ningún lobo y tampoco avistaron ningún ejemplar.