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La lucha total contra las invasoras

El plan de erradicación del plumero incluye eliminar otras plantas alóctonas peligrosas en Asturias, como la budleya y la uña de gato

Asturias no sólo declarará la guerra al plumero, sino a otras plantas invasoras peligrosas, como la budleya y la uña de gato. El catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo, Tomás Emilio Díaz, que será quien dirija el plan de erradicación de la hierba de la Pampa en el Principado, aboga por una "acción global" contra las plantas alóctonas. Esa acción, no obstante, constará de varias fases.

"Primero habrá que intervenir sobre el plumero, que es la especie más problemática, y una vez tengamos la metodología de eliminación adecuada, iniciar una segunda fase de ataque", aclara Díaz, que sostiene que "abarcar todas las invasoras de golpe es imposible". Asturias tiene alrededor de un centenar de plantas alóctonas, que representan el 68% de las más peligrosas que habitan en España. Entre ellas, está la budleya y la uña de gato o carpobrotus, que dañan áreas protegidas, como los sistemas dunares y las riberas de los ríos.

Además de una lucha conjunta contra las especies más destructoras, Tomás Emilio Díaz insiste en que la acción debe "sostenerse en el tiempo". "Uno de los grandes errores que hemos cometido en el pasado es intervenir durante un par de años y se acabó. Para erradicar una planta de estas características no sirven ni dos ni tres ni cuatro años. Tiene que prolongarse en el tiempo, aunque lógicamente disminuyamos la actividad", asegura el profesor de la facultad de Biología. De lo contrario, la región tendrá más invasoras, favorecidas por el cambio climático. Todo ello conlleva un alto coste económico, del que el Gobierno regional es consciente. De hecho, la consejería de Medio Ambiente solicitará el apoyo del Ministerio y de los ayuntamientos, y no descarta recurrir a la Unión Europea. Tomás Emilio Díaz opina que la inversión merece la pena: "No hay que olvidar que Asturias es un paraíso natural y no podemos permitir que esté lleno de plumeros".

Con respecto al método más adecuado para erradicar estas plantas, el botánico apuesta por el mecánico-manual, aunque ello conllevará un coste de personal "importante". Díaz advierte también que "no sólo habrá que elegir el método de eliminación, sino saber qué hacer con las plantas arrancadas" para evitar una mayor contaminación.

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