Al salir de conversar por primera vez con el Gobierno sobre el presupuesto autonómico de 2018, Emilio León presentó a Podemos como "la principal fuerza de la proposición". En consecuencia, el portavoz de la formación morada también quiso subrayar su importancia proponiéndose en solitario como el único apoyo razonable para sacar adelante las cuentas de 2018, sugiriendo que "lo más sensato" es que ellos y el Principado lleguen a "un principio de acuerdo" presupuestario a dos para "a partir de ahí tratar de sumar todas las voluntades que sean posibles". A dos, remarcó, aunque estén dispuestos a hablar "con cualquier actor político"; a dos aunque con IU "haya puntos de entendimiento y los vaya a seguir habiendo". Pero precisa que sus planes de partida no cuentan con la coalición y envía la negociación presupuestaria a un punto en el que ya estuvo el año pasado, cuando Podemos se resistió hasta el final al encuentro a tres bandas que quisieron propiciar IU y el Gobierno.

León blande los 23 diputados de la suma entre PSOE y Podemos mientras deja atrás a los cinco de la otra parte de la izquierda que le tiende la mano y el portavoz socialista en la Junta, Marcelino Marcos Líndez, le devuelve la pretensión de una mayoría "más holgada". Afirma que de su lado no hay "ninguna intención de descabalgar a IU del proceso". Que "nos vale cualquier tipo de negociación", pero que "lo ideal" vuelve a ser "un acuerdo a tres". Mientras eso se deshacía por la tarde, por la mañana el coordinador de IU, Ramón Argüelles, había vuelto a tirar la caña en dirección a Podemos, deseando "un encuentro presupuestario" con la formación morada.

De momento, la primera ronda de contactos uno a uno entre el Gobierno y el PSOE y el resto de los grupos parlamentarios se completó ayer en dos reuniones con Podemos y Ciudadanos. Las dos horas con Podemos fueron "cordiales" para León y "productivas" en la versión de Marcos Líndez. Sobre la mesa, no obstante, la delegación morada puso, entre otras, dos cuestiones que los socialistas entienden de complejo encaje legal, la "incorporación de las escuelas para menores de tres años a las etapas educativas" y la apertura de "una unidad anticorrupción independiente del Gobierno". Mantuvo en la recámara su discrepancia fiscal, aún sin planteamiento explícito ayer "para no comenzar las conversaciones poniendo sobre la mesa un desacuerdo".

Hablaron pues de presupuesto sin impuestos y al final Marcelino Marcos reincidió en "los problemas jurídicos" que los letrados de la Junta le han visto a la oficina anticorrupción de Podemos y llevó el debate sobre las guarderías a sus dudas de ajuste con "el ordenamiento jurídico existente".