Gijón se encuentra desde ayer en nivel de prealerta por contaminación atmosférica "ante la estabilidad meteorológica y los efectos de los incendios", según la declaración efectuada por el Gobierno de Asturias. En los últimos tres días, Gijón había superado el límite de partículas nocivas PM10 (diámetro inferior a 10 micras), complicándose la situación a nivel local por la ausencia de lluvias. "La estabilidad atmosférica y las fuertes inversiones térmicas de los últimos días", señalaron fuentes regionales, "han provocado un empeoramiento de la calidad del aire", agravado por el humo procedente de los incendios del suroccidente de la región y de Galicia, que propiciaron por la mañana una extraña sensación de oscuridad, como si el día no hubiera amanecido.

De esta manera, las condiciones ambientales elevaron en Gijón los niveles de partículas en suspensión y dificultaron la dispersión de contaminantes. A todo ello hubo que añadir la persistencia de vientos del Sur y del Sudeste, que atrajeron partículas de polvo del norte de África, para agravar aun más la situación.

La declaración de prealerta implica la adopción de medidas preventivas y correctoras, como la intensificación de riegos en las calles de la zona oeste de la ciudad, la más afectada, o la prohibición de tráfico pesado (vehículos de más de 3.500 kilos) en las zonas de mayor densidad de población de siete a nueve de la mañana, a partir de hoy, además de una especial vigilancia sobre las actividades industriales "que impliquen el manejo de materiales pulverulentos".

Por otra parte, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón pidió ayer por la tarde una reunión urgente con el Ayuntamiento, responsables del área sanitaria y de la Consejería de Medio Ambiente para evaluar la situación contaminante. "Estamos ante una situación gravísima y reclamamos una información veraz, no aquélla que nos están aportando, maquillada", en palabras del presidente del colectivo, Adrián Arias.