Batallón vale aquí como aumentativo de batalla. Lo dicen las fotografías que los soldados tomaron de su noche infernal en el suroccidente asturiano, de la madrugada que el quinto batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME) pasó del domingo al lunes en el Valledor allandés en desigual enfrentamiento entre el hombre y el fuego. Ocurrió en las parroquias de San Salvador y San Martín, en Fonteta y Cornollo, en el emblema de la despoblación y de la Asturias más castigada por el retroceso alarmante de lo rural, ahora dos veces masacrada por las llamas en seis años: en el otro octubre negro de 2011 y de nuevo esta semana.

Cincuenta soldados de la UME atacaron el fuego en una comarca que se sentía retroceder en el tiempo hasta hace seis años. En una oscuridad que sólo iluminaba el infierno de las llamas, los soldados del batallón con base en El Ferral (León), al mando del brigada Nuevo Vara, se afanaron en la lucha sin apoyo aéreo ni descanso. Su balance es el fuego extinguido, varias casas y paneras quemadas y un solo herido, un vecino que en Cornollo quiso salvar un tractor.