Asturias recuperó ayer su amanecer sin tonos naranjas, grisáceos u olor a humo, pero no así su Suroccidente. En Cangas del Narcea, Tineo y otros concejos de la comarca la peste de los incendios forestales persistía a primeras horas de la mañana. La lluvia que cayó al inicio del día sirvió para limpiar el cargado ambiente con el que la zona se despertó el lunes y permitió a los vecinos recuperar su vida cotidiana. Los comercios cerrados reabrieron sus puertas, los escolares volvieron a las aulas y el hospital comarcal Carmen y Severo Ochoa retomó su actividad habitual.

Los que más lo notaron el efecto del humo fueron hosteleros y comerciantes. Los lunes en Cangas del Narcea es el día elegido por muchos establecimientos hosteleros para realizar su descanso semanal, lo que supone que los locales abiertos notan un aumento de público, sin embargo, fue todo lo contrario. "Había muy poca gente por la calle y la que había estaba disgustada por la situación; estuvimos a punto de cerrar a mediodía, pero al ver que empezaba a mejorar aguantamos", explica Jesús Rolo, con un bar en el centro de la villa. "Un lunes normal hubiésemos estado llenos, estando justo en el centro de Cangas, pero en esta ocasión éramos sólo los de casa".

Algunos comercios llegaron a cerrar sus puertas al público como hizo José Muñiz, con un negocio de comestibles. "A la media hora de abrir nos dimos cuenta de que no era viable, entraba todo el humo y las cenizas a la tienda y por higiene y seguridad cerramos todo el día", argumenta. Ayer volvieron a la actividad "porque por lo menos se respira".

Los colegios también impartieron clase sin interrupción y en los corrillos de padres a las puertas de los centros no se hablaba de otra cosa. "Tuve que salir de trabajar a buscar a mi hijo, fue una excepción, y fue la empresa la que me avisó y me dejó salir, porque no podemos llevar móvil", explica Marisa Fernández, que vio a su hijo muy asustado. "No pudieron hacer la fila a la entrada del colegio, estaba todo oscuro, las farolas estaban apagadas y entraron antes de tiempo, estaban muy desubicados", añadió sobre la situación del lunes.

Angelita Menéndez asegura que "todos estábamos asustados porque nunca se había vivido una situación parecida".

En el hospital comarcal, los quirófanos recuperaron su actividad, paralizada por la concentración de partículas en suspensión en el aire. Además, el gerente del área sanitaria II, Carlos Pintado, asegura que no se notó afluencia de pacientes a los centros de salud por patologías respiratorias y no hubo emergencias. "Teníamos todo preparado para afrontar cualquier contratiempo, pero no fue necesario", enfatiza.