El Principado impulsa un protocolo para evitar, y en cualquier caso detectar e intervenir, el maltrato a los mayores, tanto en su ámbito familiar como en residencias públicas o privadas. El plan, que promueven las consejerías de Servicios y Derechos Sociales y Sanidad, se pondrá en marcha a partir de noviembre en nueve municipios, ocho geriátricos, ochos centros de salud de atención primaria, y dos hospitales. Esta experiencia piloto se mantendrá hasta junio de 2018, y a partir de entonces se aplicará en todos los centros públicos.

Los expertos aseguran que el maltrato a los mayores ha sido, y sigue siendo, un asunto tabú, ya que pese a saber que existe, apenas hay denuncias. Todo lo contrario, se oculta, tanto por la víctima como por su entorno. De ahí que sea necesaria una intervención coordinada, y más en un escenario de envejecimiento creciente en el que se necesitan más conocimientos y prevención.

La consejera de Servicios y Derechos Sociales y de Sanidad, Pilar Varela y Francisco del Busto, inauguraron ayer en Oviedo una jornada de trabajo con 120 profesionales a los que se les expuso en qué consiste el protocolo para asegurar el buen trato a los mayores.

El protocolo a aplicar tiene en cuenta todos los tipos de maltrato: físico, psicológico, sexual, financiero, negligencia y abandono, y diferencia el ámbito social-comunitario, el familiar y el institucional. En cada uno de ellos se establecen factores de riesgo y de protección, y se proponen distintos procesos para que los profesionales puedan detectar los malos tratos y actuar.

La experiencia piloto se llevará a cabo en Oviedo, Avilés, Tineo, Siero, Castrillón, Llanes, Ribadedeva, Colunga y Caravia.