La buena fortuna ha sonreído al dueño y al encargado del club Model's de Granda (Siero) en el tercer juicio al que se enfrentan por un delito contra los derechos de los trabajadores. La sección segunda de la Audiencia Provincial considera que no hay prueba alguna de que hubiese una relación laboral entre los responsables del club y las 62 mujeres que fueron encontradas en dos inspecciones de la policía y la Guardia Civil de Gijón realizadas en junio y diciembre de 2013. Y es que ninguna de ellas fue llamada a declarar al juicio, y tampoco consta en los autos que se les tomase declaración en la fase de instrucción. Solo constan unas actas de inspección que, según el tribunal, no pueden enervar la presunción de inocencia.

El dueño y el encargado del club, defendidos por los abogados Ricardo González y Ricardo Álvarez Buylla, se jugaban esta vez una condena de tres años y medio de prisión, palabras mayores. El tribunal ha terminado dándoles la razón. La Fiscalía solo presentó como testigos a los agentes de la Policía y la Guardia Civil y los inspectores de Trabajo que irrumpieron en el club. Las defensas habían indicado que el Supremo no admitía como prueba de convicción las declaraciones antes las fuerzas policiales. Éstas tenían que corroborarse en el proceso judicial. Eso no ha ocurrido. La sección segunda reprocha a las fuerzas policiales y a la propia Fiscalía que no se tomase declaración a las mujeres halladas en el club durante la instrucción, y que no se tomasen las medidas adecuadas para garantizar su presencia en la vista oral. La Fiscalía, de hecho ni las convocó al juicio. La defensa sí lo había hecho con algunas de ellas -que presumiblemente iban a declarar que trabajaban por cuenta propia en el ámbito de la prostitución, pero no en el alterne, lo que por ley hubiese obligado a que fuesen dadas de alta en la seguridad social-, pero renunció finalmente a que compareciesen. Así las cosas, el resultado parece clarísimo: Model's, 2-Justicia, 1.