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Pompas fúnebres en el paraíso

La mayoría de los árboles afectados por las llamas, incluso aquéllos sólo parcialmente dañados, no sobrevivirán

Árboles quemados en la base, en una zona del trayecto bajando la carretera desde Llamas del Mouro hacia Tuña (Tineo). MARISA DÍAZ

La inmensa mayoría de los millones de árboles afectados en los incendios de la pasada semana en Asturias está destinada a una subasta de mínimos y a un reciclaje pobre. Los técnicos y los vecinos de las zonas del siniestro, muchos kilómetros cuadrados calcinados, no se hacen ilusiones.

El arbolado pequeño, el que crecía de forma natural sobre los terrenos afectados por incendios recientes, o el plantado en los últimos diez años, está muerto. Su perfil es inequívoco: un tronco delgado y negro, y un esqueleto de ramas sin hojas y del mismo color. No sirven para nada.

Los usos futuros del arbolado mediano, especies con veinte o treinta años de vida, dependen en buena medida de los daños causados en el subsuelo. Pocos sobreviven aunque en algunos casos la negritud de la corteza esconda una madera en aparente buen estado. En muchas laderas las máquinas llegarán y se llevarán por delante todos los árboles.

Hay árboles grandes, plantados hace medio siglo o más, que el fuego hirió solo parcialmente gracias sobre todo a su altura, donde no pudieron llegar las ramas. Troncos negros hasta la mitad y ramas afectadas pero aún verdes. ¿Qué pasará con ellos?

Las subastas

Muchos se irán secando en los próximos meses, incapaces de superar el daño, señalan los expertos. Otros conseguirán sobrevivir gracias al poder regenerador de la naturaleza.

En breve el Principado organizará subastas para la compra de la madera víctima de los incendios. Se subastan lotes, por lo general a bajo precio. Unos meses después del devastador incendio de octubre de 2011 en el bosque de Bedramón y el cordal de Berducedo (Allande), la subasta de la madera quemada alcanzó una cotización global de 660.000 euros.

El Principado dijo que irían destinados a la mejora de la zona afectada; los vecinos, en su día, señalaron que "no se vio un euro" de inversión. Hay latente un problema de comunicación que no parece que se vaya a solucionar con visitas políticas protocolarias, por bienintencionadas que éstas sean.

Hay empresas especializadas en este tipo de subastas de los restos del siniestro. Ninguna asturiana, por cierto. La madera quemada en Asturias se suele marchar fuera del Principado. La recogida es rápida y suele ser discreta. Pompas fúnebres para el paraíso natural.

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