El juicio contra dos médicos del ambulatorio de La Lila, de Oviedo, acusados de prescribir sustancias anabolizantes a deportistas con el objetivo de aumentar sus capacidades físicas, ha quedado suspendido esta mañana por la incomparecencia de dos personas cuyo testimonio es considerado clave. Uno de ellos es el destinatario de las prescripciones de uno de los acusados, una médica que aseguró que el joven es amigo de su hijo y que le dio ese fármaco porque se encontraba "cansado, inapetente y débil". El otro acusado, un médico ya jubilado, negó haber prescrito anabolizantes "en cuarenta años de profesión", y aseguró que en las fechas que figuran en la receta (septiembre de 2013) él estaba de vacaciones, y que la letra que figura en la receta no es suya (sí lo son, reconoció en cambio, su sello y su firma).

La vista oral, que se inició esta mañana en la sección tercera de la Audiencia Provincial de Asturias, se reanundará el lunes 13 de noviembre, a las diez de la mañana.

La Fiscalía del Principado de Asturias solicita prisión e inhabilitación para ambos médicos. Sostiene que, a lo largo del año 2013, desde sus respectivas consultas en La Lila, los facultativos realizaron estas acciones a sabiendas de que estaban poniendo en peligro la vida o salud de las personas.

La Fiscalía considera que la médica es autora de un delito contra la salud pública, y su colega varón de un delito continuado de falsedad en documento público. Para la mujer reclama una pena de dos años de prisión y una inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina durante tres años. Para el médico, pide seis años de prisión e inhabilitación especial para el ejercicio de la medicina durante cuatro años.