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MIGUEL ÁNGEL GULLÓN | Dominico asturiano afincado en la República Dominicana

"Son muchas las injusticias y problemas que me quitan el sueño"

"El huracán ´María´ nos afectó mucho: llovió durante horas, y los ríos se desbordaron y se llevaron sesenta casas"

Miguel Ángel Gullón, con dos niñas en La Higuera. LNE

El dominico Miguel Ángel Gullón (Caravia Baja, 1969), afincado en el país caribeño desde hace dieciocho años, vivió de cerca el terrible terremoto que asoló Haití en 2010 y el paso del huracán "Matthew" el año pasado. Recientemente ha sufrido los efectos del "Irma" y del "María", que afectaron gravemente a la zona de El Seibo, en el este de la República Dominicana, muy cerca de Bávaro y Punta Cana, donde dirige una emisora de radio que sirve como altavoz de los ciudadanos. A sus 48 años, Miguel Ángel Gullón se describe como un hombre "optimista" que ha comprobado, sin embargo, cómo la justicia, la solidaridad o el respeto a los derechos fundamentales son aspiraciones demasiado distantes de la realidad de muchas personas.

-¿En qué consiste su labor en la República Dominicana?

-Pertenezco desde el año 2000 a la Asociación Acción Verapaz, que articula el trabajo de la Familia Dominica (frailes, hermanas y laicos), con numerosos proyectos en República Dominicana y en Haití. El primer proyecto, gracias al acompañamiento de Cáritas y a la reflexión compartida con líderes de la comunidad, surgió de la idea de paliar tanta necesidad en el área de la salud. Junto a Selvas Amazónicas, la Fundación Anacaona y la ayuda de otras instituciones y familias amigas, nació el dispensario médico Santa Catalina de Siena, en 2003, en el barrio La Isabelita de Santo Domingo. Quisiera destacar el estrecho vínculo que guardamos con las parroquias de los concejos de Colunga y Caravia a través de la Huerta de la Esperanza que coordina el párroco Segundo Fernández.

-Este verano anunció en Colunga que buscaban incorporar un equipo sanitario para atender a las personas con necesidad.

-La Familia Dominica vio urgente ofrecer una alternativa sanitaria en la segunda provincia más pobre del país. El centro de salud Luis Oregui comenzó en 2007 en una casa alquilada y después de varias actividades solidarias tanto aquí, haciendo rifas, como en Colunga, donde realizamos rastrillos y vendimos lotería, y gracias a la colaboración de la Fundación Anacaona de La Rioja, compramos un terreno. El Fondo de Solidaridad "Spem Miram" nos ayudó en la construcción, que terminamos en octubre. El nuevo centro ofrecerá los servicios de farmacia, consulta general y especialidades, además de los análisis de laboratorio, rayos X, resonancia magnética o tomografía, entre otros. Es justo recordar agradecidamente a los profesionales y voluntarios que trabajan en nuestros proyectos de salud, por su sabiduría científica y por la calidad de la acogida, basada en una escucha atenta que infunde fe en el paciente.

-Los fuertes temporales que azotaron a la República Dominicana en los últimos meses habrán dificultado su labor social.

-"María" afectó mucho en El Seibo. Llovió durante horas, los ríos se desbordaron y se llevaron sesenta casas, más de dos mil quedaron inundadas. Las familias perdieron todo lo que tenían. Gracias a la solidaridad, se está haciendo frente a todas las necesidades de comida, medicinas, colchones, electrodomésticos, etcétera. Radio Seibo fue el único medio de comunicación que quedó en el aire, pues cuenta con energía solar y generador. Tanto el gobernador como los miembros de la Defensa Civil, el Cuerpo de Bomberos o la Cruz Roja estaban atentos a las emisiones para prestar sus servicios allí donde se requerían. Ahora queda pendiente reubicar a las familias que perdieron todo en otro lugar alejado de las márgenes del río. Hemos habilitado una cuenta para que quien lo desee pueda prestar una ayuda económica para El Seibo (Banco Popular: ES92 0075 0001 87 0606358033).

-"Irma" y "María" también han ocasionado daños materiales en zonas donde antes se ofrecía empleo.

-En 2006 nació el proyecto de agricultura "Virgen de Covadonga", que incentiva la producción local, contribuye a la soberanía alimentaria de la provincia, es una escuela de formación, crea fuentes de trabajo y sostiene económicamente a Radio Seibo. Actualmente, trabajan diez personas en ocho invernaderos de 1.000 metros cuadrados cada uno. "Irma" destrozó varios techos de los invernaderos de este proyecto de agricultura y "María" acabó con los demás. Esperamos repararlos pronto para que no se pierda la cosecha de Navidad, pues es en esta fecha cuando están mejor los precios del mercado.

-Usted lucha contra injusticias como la corrupción a través de una emisora de radio.

-Radio Seibo nació en 1974 y creció siendo testigo de cuanto acontece en la región. Es la emisora del pueblo, ha escuchado a sus gentes, ha sido espacio de pareceres diversos, ha sido vocero de personas "amordazadas", ha caminado en el sufrimiento y en la alegría, en la fiesta y en el dolor. Busca contactar, compartir, escuchar, dejar oír a esos hombres y mujeres en los ambientes donde se desarrolla su vida: hogar, escuela, trabajo, ocio, campo, ciudad, etcétera. El micrófono nos reúne y la tecnología nos amplifica.

-Destaque algún logro.

-Hemos acompañado a las ochenta familias cuyas viviendas fueron destruidas por la Compañía Central Romana, que ocupa el 70% de la tierra de la provincia y extiende cada día sus plantaciones de caña de azúcar. Su fuerte poder económico y consentimiento gubernamental es tal que sus acciones parecen normales, pues desde hace más de cuarenta años goza de total impunidad ante la justicia. También hemos dado apoyo a las trescientas familias cuyos cultivos y pastos fueron destruidos por el Grupo Vicini. Con sus grandes tractores, esta compañía sigue arando y, con ello, destruyendo lo que desde tiempo inmemorial es el único medio digno de subsistencia de estas empobrecidas comunidades.

-¿Se han planteado trasladar estas denuncias a los tribunales?

-El Grupo Vicini usufructúa las tierras robadas al campesinado con total impunidad y las deja contaminadas por muchos años debido a los abrasivos herbicidas e insecticidas que utiliza, que son incluso cancerígenos, según la Organización Mundial de la Salud. Además, los líderes de estas comunidades campesinas recibieron amenazas de muerte. Nadie duerme tranquilo en la noche, mientras que el día se convierte en una pesadilla. En efecto, la Familia Dominica está acompañando el proceso de denuncia en Naciones Unidas desde Ginebra y Nueva York, para sentar a sus indolentes dirigentes en el banquillo internacional de la justicia.

-¿Se plantea usted volver a Asturias?

-Siempre echo de menos Asturias, pero aquí intento poner pasión en lo que hago saboreando el encuentro con las personas y tejiendo juntos la red de la fraternidad. Mucha de la ilusión que traía se ha visto confrontada con la realidad del día a día. Son muchas las injusticias y los problemas que me quitan el sueño porque nacen de las necesidades más urgentes de las comunidades que no saben que la salud es un derecho básico que les pertenece. Aquí los conceptos de tiempo, economía o responsabilidad son distintos que en España.

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