El equipo que ha destapado la caja de los truenos está formado por un abogado y un doctor en Marina Civil. Luis Moreno se encarga de la parte jurídica y Jesús García Maza fundamenta los recursos con argumentos técnicos que tumban una tras otra las multas impuestas por los sistemas de radar. La última sentencia a su favor ha obligado al Ayuntamiento de Oviedo a desactivar todos los radares fijos de la ciudad, pero ellos aseguran que no son sólo ese tipo de sistemas los que no se ajustan a la ley. En los últimos meses han conseguido anular multas emitidas por los llamados "fotorrojos" -las cámaras que sancionan a quienes se saltan los semáforos-, del radar móvil que funciona en la ciudad e incluso acaban de ganar el caso de un conductor multado por un radar láser, un aparato de vanguardia que comenzó a utilizarse como un sistema prácticamente infalible. Escuchándolos, las administraciones podrían echarse a temblar. "Hemos ganado todas las sentencias hasta ahora y podemos decir que la mayoría de los radares de España, de cualquier tipo, no se ajustan a la legalidad. Si se presentan reclamaciones colectivas habría que devolver millones de euros de las multas", dice el abogado.

Según sostiene el letrado, todas las multas emitidas en base a las mediciones de cualquier tipo de radar son recurribles y, según en que caso, los conductores podrían incluso exigir daños y perjuicios. "Puede que haya alguna persona a la que le hayan retirado el carnet por perder puntos a raíz de una multa de este tipo. Esa gente pudo haber tenido que pagar para recuperar el permiso o incluso haber perdido su trabajo por no tener el carnet de conducir", señala Luis Moreno. Cada caso es un mundo, "pero puede haber colectivos de personas que hayan sido sancionados en el mismo radar y con el mismo tipo de multa que pueden juntarse para reclamar", afirma el letrado. Los afectados, mantiene Moreno, "pueden presentar recurso con carácter retroactivo contra las sanciones emitidas en los últimos cinco años".

La mayoría de las sentencias ganadas por el equipo que integran Luis Moreno y Jesús García Maza tienen que ver con Oviedo, pero sus éxitos en los juzgados han provocado que el teléfono no pare de sonar en el despacho del letrado. "Esto ocurre igual en Gijón, en Avilés o en cualquier otro punto del país y estamos dispuestos a demostrarlo. Esta mañana -por ayer- ya nos han llamado para ocuparnos de un caso de 'fotorrojo' en Barcelona", explica Moreno. "Las multas suelen ser de 300 euros y la gente no está acostumbrada a recurrir a un abogado para reclamar esa cantidad, pero las administraciones juegan con eso y llevan tiempo poniendo multas que no deberían de pagarse, es decir, cobrando injustamente a los ciudadanos", añade.

El Ayuntamiento de Oviedo ha tomado la determinación de apagar los radares fijos porque un juez ha determinado que las cajas en las que se instala el cinemómetro -sólo hay uno que va rotando por los diferentes soportes distribuidos por la ciudad- no cuentan con un certificado oficial que certifique que sus mediciones son fiables, pero ese es sólo "uno de los muchos fallos" que se aprecian en este tipo de sistemas desde el punto de vista técnico y jurídico. "El juez se quedó sólo con ese argumento y lo consideró definitivo, pero le pusimos sobre la mesa muchos más. Por poner ejemplos que se entiendan, puede fallar el trípode en el que se colocan, la persona que lo instala, el trazado de la carretera puede hacer que las mediciones no sean correctas... La propia ley establece que existen treinta o cuarenta puntos que tienen que cumplirse para que la multa sea legal, sólo con bucear un poco sobre la orilla con los conocimientos adecuados ya te encuentras un montón de resquicios", explicó el letrado Luis Moreno tras recibir la citada sentencia.

El último fallo del Juzgado de lo Contencioso Número 3 de Oviedo -que le da la razón a una conductora multada por el radar situado en la entrada de Oviedo por la autopista- sirva para demostrar que las seis cajas en las que se instala el cinemómetro no están homologadas desde el año 2012, con lo que todas las multas impuestas desde entonces por este sistema en la capital del Principado serían recurribles, siempre según Moreno. "Esas se corresponden sólo con los radares fijos de Oviedo, pero repito que hay más irregularidades en sistemas de control como los 'fotorrojos' o los radares móviles, en Oviedo y en toda España", dice al abogado. Sólo el año pasado se pusieron en Oviedo 3.778 sanciones derivadas de los radares y 12.661 de los "fotorrojos".

La estrategia del equipo que ha tumbado los radares en Oviedo siempre es la misma. "Analizamos los requisitos legales que ha de cumplir cada uno de los sistemas y se los solicitamos al Ayuntamiento, pero hasta ahora no han podido acreditar que todo está en orden, ni mucho menos. En el último caso que tuvimos por un 'fotorrojo' pedimos una documentación previa que el Ayuntamiento no pudo presentar y ni siquiera se celebró el juicio, se archivó la sanción", explica Jesús García Maza. "La Policía Local ya estaba hoy usando la pistola láser en Oviedo, otros sistema que tiene sus defectos", subraya el doctor en Marina Civil.