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El problema es que "se quema por costumbre", dicen los expertos

Los ingenieros de montes advierten de que el uso del fuego "está muy arraigado" en Asturias y "extirparlo será díficil"

El mayor problema de los incendios en Asturias es sociológico, según advierten los expertos. El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes asegura que "por muy limpios que estén los montes", con un número tan alto de fuegos es imposible combatir las llamas. El decano, Eduardo Rojas Briales, avisa de que el uso del fuego "está muy arraigado" en el Principado y que "extirpar esta costumbre será difícil". "En zonas castellanas o navarras esto no pasa. Sin embargo, en el noroeste peninsular sí, porque la regeneración de pastos está muy interiorizado", afirma Rojas, que pide fomentar buenas prácticas en torno al fuego.

El Colegio Oficial de Ingenieros de Montes acaba de publicar un listado de "ideas erróneas" sobre las causas de los incendios forestales en España. Entre ellas está el famoso artículo 50 de la ley de Montes sobre la recalificación de terrenos quemados, que durante estos días tanto se debatió en las redes sociales. El artículo en cuestión "únicamente permite recalificar un terreno que haya sido afectado por un incendio en caso de imperiosa necesidad de interés público y mediante una ley autonómica y nunca montes de utilidad pública".

Otra falsedad, dicen, es que haya "mafias organizadas" para prender fuego al monte y recalcan que todas las especies vegetales arden por igual. "Echar la culpa del incendio a la vegetación está fuera de lugar, dado que no arde por sí misma, y es la acción antrópica la principal causa". En este sentido, Eduardo Rojas explica que en la última oleada de fuegos, el impacto de las llamas fue mayor, ya que la vegetación estaba sometida a un "alto nivel de estrés hídrico" (déficit de agua). "Si a la sequía le sumamos la existencia de viento sur y la aproximación de un huracán -"Ophelia"-, es como si estuviésemos pasándole un secador por la tierra", ejemplifica Rojas.

Sobre la casuística particular de Asturias, el decano del Colegio de Ingenieros de Montes critica la modificación de la ley regional, por la cual se eliminó este año los acotamientos al pastoreo en terrenos incendiados. A juicio de Rojas, el cambio es una "barbaridad" y "contrario a ley nacional". "Es contraproducente y darles un motivo más" a los incendiarios; "nunca podemos ir en contra de la norma superior".

Los ingenieros de montes ponen el acento en el daño invisible de las llamas: la erosión del suelo. Eduardo Rojas dice que "llevamos cientos de años esquilmando el suelo" y en muchas zonas del Principado ya no queda tierra, sino roca. "Y si no hay suelo fértil, no tenemos vida", apunta. De hecho, el Cantábrico es el área más deforestada del país.

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