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MARÍA JESÚS ÁLVAREZ GONZÁLEZ | Consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado de Asturias

"Si alguien se empeña en quemar el monte es difícil tener capacidad de respuesta"

"Asturias produce la mejor sidra del mundo y tenemos que defenderla dentro y fuera de España; vamos a pelear la candidatura de la Unesco"

María Jesús Álvarez, en su despacho de la Consejería. IRMA COLLÍN

A María Jesús Álvarez le gusta "poner cara a la política" y desde la Consejería que dirige, de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, sabe "a quién llega los recursos, y a veces con nombres y apellidos". Licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo y madre de dos hijos, inició su carrera política en 1991 en el Ayuntamiento de Pravia. Álvarez presume de ser praviana: nació en Peñaullán el 21 de marzo de 1962 (tiene 55 años), como reza su DNI. Fue presidenta de la Junta General del Principado de Asturias y desde el 2012 es responsable de medio rural y pesca. "Es un área muy bonita e interesante a la vez que compleja. Te obliga a mantener un intenso ritmo de trabajo, pero tienes la satisfacción de comprobar los resultados de las políticas que aplicas". La entrevista se desarrolla en su despacho de Oviedo, donde llama la atención la imagen de un oso pardo sobre su escritorio. Tiene un gran dominio de la palabra y transmite serenidad.

- El fuego arrasó este mes más de 12.800 hectáreas de monte, la mayor superficie en lo que va de siglo. ¿Qué falla?

-Falta hacer un análisis más fino, pero los primeros datos ya indican que 2017 va a ser un mal año. No sólo por estos últimos incendios, sino también por la oleada de marzo. Todo ello pone sobre la mesa un gran problema para Asturias. Tenemos que ser conscientes de la importancia de los montes, que además de económica, es ambiental. Y cuando se dan episodios como estos, el trabajo de muchos años y de muchas personas se va al traste en un momento, se convierte en ceniza. Un desastre. Es muy importante que no haya ningún tipo de tolerancia, de comprensión, hacia aquellos que de forma intencionada le pegan fuego al monte.

- ¿No hay forma de prevenir estas oleadas de incendios, si siempre se dan con las mismas condiciones meteorológicas?

-Cuando los fuegos se producen de noche, con temperaturas altas y vientos del sur -que no originan las llamas, pero sí hacen que su extinción sea más complicada-, por muchas medidas de prevención que queramos poner sobre la mesa, es muy difícil anticiparse. Evidentemente tenemos que seguir profundizando en las medidas de prevención y actualizarlas a la vista del cambio climático y de la situación del medio rural. Pero, insisto: cuando personas concretas -que no colectivos- se empeñan en quemar, es muy difícil tener suficiente capacidad de respuesta.

- ¿Cree que el fuego pone la puntilla al despoblamiento en el Suroccidente?

-Los fuegos generan pérdida económica, se tarda tiempo en restaurar el terreno para que vuelva a ser productivo y además no aportan al paisaje un aspecto atractivo. Por lo tanto, desaniman. Es importante que en el Suroccidente, que vive la crisis del recurso minero, trabajemos con ellos para construir un espacio en el que vivir.

- La polémica eliminación de los acotamientos al pastoreo vuelve a estar en boca de todos. ¿Por qué el grupo parlamentario socialista apoyó una modificación de la ley en contra del criterio de su equipo?

-Yo creo que es una cuestión que no debemos magnificar. Las posiciones se expresaron y son mucho más compartidas de lo que pueda parecer. Al final la sintonía entre el grupo parlamentario y el Gobierno existe.

- ¿Volverán los acotamientos?

-No depende de mí. Es una cuestión que está de nuevo en el ámbito parlamentario. Pero no se debe magnificar una sola medida. Hay que ver el fenómeno fuego en su totalidad.

- Las explotaciones de leche están en crisis: Asturias perdió 58 el último año. ¿Hay futuro?

-No perdemos al ritmo de la media nacional -en España cerraron en los últimos 12 meses 872 ganaderías-, lo que no quiere decir que no sea un elemento de preocupación. Desde el Principado siempre estamos alertando al Ministerio de la necesidad de articular medidas, incluso de ámbito estatal, que nos permitan sostener las explotaciones lácteas, tan importantes para un territorio como el nuestro y difíciles de sustituir en lo que tiene que ver con el impacto económico. La producción siempre la va incorporar otra granja, pero el cierre de explotaciones me preocupa y mucho. Pese a ello, estoy segura de que el sector tiene futuro. Y lo digo porque en Asturias las ganaderías se han modernizado muchísimo, se han profesionalizado muchísimo, tienen al frente hombres y mujeres cada más jóvenes y producen leche de altísima calidad.

- La plaga de la patata parece que ni aumenta ni disminuye, ¿conseguirán erradicarla?

-Creo que se ha hecho un buen trabajo. Llegó hace un año y las medidas de cuarentena que se adoptaron tenían un horizonte temporal de dos años. Aún no ha pasado el primero y vemos cómo se está conteniendo el avance de la plaga. No obstante, hablamos de fenómenos cada vez más frecuentes y, en muchos casos, difíciles de atajar. La patata, al ser un cultivo que en Asturias se destina al autoconsumo, hasta complica la gestión. Si seguimos trabajando con seriedad y contando con la colaboración de los afectados, pienso que podremos pararla.

- ¿Puede decirse que el kiwi es el nuevo oro de la agricultura asturiana?

-Hay muchas posibilidades para que el kiwi y los frutos rojos ocupen cada vez más espacio en la producción agraria. Porque hay capacidad, el territorio lo permite, el clima lo favorece y hay interés por parte de los profesionales. Asturias da productos de calidad, tiene fama y veo con mucha satisfacción ese aumento paulatino de hectáreas. Pero también me gusta comprobar que la cosecha de la faba es buena y que tenemos unos productores que defienden nuestra legumbre, generando actividad y empleo.

- El sector agroalimentario se hace fuerte, pero la exportación sigue costando.

-La asignatura pendiente es la identificación del producto y la defensa ante el consumidor, y esto pasa más por la promoción. Para los productos asturianos no tiene por qué haber un mercado lejano, pero para exportar, generalmente, se requieren volúmenes de producción. Es verdad que en el mundo hay cada vez más consumidores que buscan un producto gourmet y en este sentido Asturias compite muy bien. Pero lo que tenemos que conseguir es que sea un producto conocido, se distinga y que el consumidor finalmente lo elija. Y en eso estamos trabajando con la marca Alimentos del Paraíso Natural, que es el paraguas que nos permite situar todas nuestras producciones bajo un sello de calidad y naturalidad. Ahora mismo contamos con 50 operadores, y creciendo.

- Este será el año de la sidra. Dentro de la DOP se han dado pasos con la gran alianza del sector y la entrada de nuevas variedades de manzana.

-Sin duda, se ha dado un paso muy importante, que permite incorporar a la Denominación de Origen muchos millones de litros elaborados con variedades locales. No ha sido fácil y sus protagonistas fueron generosos y tuvieron una visión de conjunto. Asturias produce la mejor sidra del mundo y tenemos que defenderla en el mercado regional, nacional e internacional.

- ¿Logrará ser mundial?

-Hay que trabajarlo. Es difícil, los plazos son muy largos, pero es una candidatura muy atractiva: no es la sidra, es su cultura la que aspira a ser declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Y estaremos defendiendo una forma de producción que es ancestral y que se ha conservado hasta hoy. El proyecto es precioso y lo vamos a pelear con mucha más fuerza.

- ¿Se avecina un nuevo récord de las producciones bajo las etiquetas DOP o IGP?

-Da la sensación de que sí. Vamos a tener un buen año en casi todas las producciones. Los quesos están creciendo y es un sector transformador de leche clave para darle más valor. La Ternera Asturiana está aumentando, la cosecha de manzana y faba ha sido espléndida... Creo que se está consolidando un sector profesional, que está haciendo bien las cosas.

- Ya no tiene lobos ni osos ni urogallos ni jabalíes. ¿Siente alivio?

-No. Esa fue una decisión que se tomó porque se entendía que convenía reforzar la gestión ambiental en su conjunto y que todo lo que tiene que ver con la calidad del aire, el agua, las especies y los espacios protegidos merecían un mayor impulso constituyendo una viceconsejería que aunase todas esas competencias. De esta forma, la consejería de Desarrollo Rural volvió al modelo que siempre tuvo cuando se llamaba de Medio Rural y Pesca. Por lo tanto, lo vimos absolutamente normal: ajuste a mitad de legislatura porque un área necesita mayor atención.

- En ciertas materias, como el lobo, la consejería de Medio Ambiente ha tomado medidas más "atrevidas", según el sector ganadero y ha dado un giro a sus políticas. ¿Cree que eso deja en mal lugar a su gabinete?

-Yo creo que hay que verlo todo con más normalidad y no magnificar este tipo de cuestiones. Además creo que ya no debo manifestar ni criterio ni opinión sobre un área que ya no me corresponde.

- ¿Comparten la postura del Ministerio de establecer restricciones a la pesca de la sardina para recuperar la especie?

-Efectivamente hay que tener en cuenta los criterios de la evolución biológica de las especies. Sin embargo, eso hay que hacerlo equilibrándolo con la incidencia económica que tiene sobre una flota, que ya se ha reducido mucho en los últimos 40 años y que además en el caso de Asturias es una flota que gestiona los recursos con artes artesanales y es mucho más sostenible desde el punto de vista ambiental. Si hablamos de pesca desde luego nuestra mayor exigencia es la restitución de las cuotas de la xarda. Hemos tenido la satisfacción este año de que una multa por sobrepesca se nos ha resarcido, pero nuestra petición sigue siendo un reparto justo de las cuotas.

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