El pasado jueves Tomasín salió de la prisión provincial tras cumplir íntegra su condena de seis años. Hoy, cuando todos pensaban que volvería a vagar por los bosques hasta su destrucción definitiva, pasaba la tarde en la casa familiar de La Llaneza, en silencio total, leyendo concienzudamente el libro de instrucciones de una lavadora nueva que le han comprado unos primos. En un tendedero había cinco pares de calcetines; uno blanco, cuatro oscuros. Había hecho la prueba, y la máquina funcionaba...

Tomasín abre la puerta de su casa a LA NUEVA ESPAÑA.

-Aquí toi bien, aquí toi bien. En la cabaña taba bien. Pero esto ye más grande. Ahora tengo que empezar a trabajar, a ver qué tengo que hacer por aquí y después de que acabe de hacer lo que tengo que hacer por aquí tengo que ponerme a buscar trabajo.

-¿En qué le apatece trabajar?

-No sé, tengo que empezar a pensar a ver...

Disfruta la entrevista completa mañana en la edición impresa del periódico.