Le rozó una de las balas, no llegó a perder el conocimiento, pero la herida requirió siete puntos de sutura. El uniforme le quedó rasgado y manaba abundante sangre. Sin embargo, el agente, destacado en el cuartel de Arriondas, se negó a ser trasladado por la UVI móvil y fue por sus propios medios. Tras recibir los puntos, regresó junto a sus compañeros en la calle Covadonga de Cangas.

Otro que quitó hierro a su intervención fue el agente de la Policía Local que repelió el ataque del atracador, y al que se le puede ver en uno de los vídeos del tiroteo que corrieron como la pólvora. El agente regresaba de llevar a su hijo al colegio cuando se encontró el despliegue de la Guardia Civil, todavía escaso. No lo dudó un momento y fue a su casa a por el arma reglamentaria. Llegó justo a tiempo cuando Juan Carlos Sahagún lanzó su lluvia de balas a los agentes. El policía local disparó hasta tres veces y se resguardó tras un coche. Sus vecinos no dejaron de felicitarle.

Fernando Pinacho, de la administración de loterías de la calle Covadonga estaba en la cafetería La Golosa cuando se produjo el tiroteo. "Me impresionó la sangre fría de un agente que estaba de rodillas aguantando mientras el atracador le disparaba. Me chocó que no le llegase a alcanzar, porque estaba a poca distancia", indicó. "Un tiro no se escucha todos los días, es un golpe seco que te deja helado", admitió. Una bala rozó La Golosa, sin dejar daños. "Había mucha bala perdida, pudo pasar cualquier cosa", advirtió.