La revuelta de la manzana ha estallado. Los cosecheros se han concentrado esta mañana frente al Ayuntamiento de Villaviciosa para hacer patente su malestar ante la posibilidad de quedarse finalmente con la fruta en la pumarada por una cosecha tan excesiva como la de este año que los llagares no son capaces de asimilar. Lejos de resignarse, se han puesto en pie de guerra para defender sus intereses y hacen un llamamiento para concentrarse, el domingo al mediodía, delante de los ayuntamientos asturianos. "Las organizaciones profesionales, los sindicatos agrarios y el Principado deberían tomar cartas en el asunto y dar soluciones" a un problema serio, aseguran.

Tras la concentración de esta mañana anuncian que el miércoles volverán a salir a la calle para hacer ver el daño que pueden llegar a sufrir ante la superproducción de manzana de este año, con un mercado saturado y ahogado por el fruto gallego, aragonés, francés y checo, unos céntimos más barato pero de peor calidad.

Este colapso en el sector no es nuevo, pues ocurrió algo similar tres décadas atrás. Los productores están cabreados porque saben que si los elaboradores de sidra compraran toda la manzana que se produce en la región no habría suficiente materia prima, algo que reconocen hasta los llagareros, pero resulta que tienen trabas para darle salida. El problema es que importan demasiada fruta, principalmente de Galicia, Aragón, Francia y Chequia. Los bodegueros argumentan que tienen compromisos con estos proveedores foráneos porque han de recurrir a ellos en los años pares, cuando apenas se produce manzana en Asturias por la vecería o alternancia en la producción de los pumares. Pero a nadie se le escapa que subyace principalmente una razón de economía.

Prefieren no dar nombres porque su interés y esperanza es poder acabar vendiendo su manzana a algún intermediario o llagar y temen que salir protestando públicamente les pueda perjudicar. Villaviciosa, por ser uno de los principales productores de manzana de Asturias, es uno de los concejos más afectados por este exceso de cosecha. Los valles de Rozaes y Valdediós, en los que tan bien se dan los frutales, son concretamente dos de las zonas donde se acumulan más quejas.

Aquí está uno de los cosecheros con la producción más importante. Tanta que llega a los 140.000 kilos frente a los 8.000 del año pasado y a los 105.000 del anterior. No importa que cultive variedades de manzana acogidas a la Denominación de Origen Protegida, que presumiblemente podrían tener más salida en un mercado saturado, porque en esta campaña le fallaron los dos llagares a los que vendía su fruta. Uno le argumentó que reduciría la elaboración de sidra, pero que le compraría entre 50 y 60 toneladas de manzana. El otro, sobre septiembre se comprometió a recogerle unos 30.000 kilos, pero al final no fue así.

Los llagareros, por su parte, se quejan de que la manzana asturiana es de las más caras del mundo. El kilo se está pagando entre 0,24 y 0,25 euros si se recoge en la pumarada y hasta 0,28, entregada en la bodega. En ese contexto, el diputado del PP, Luis Venta, reprochó esta mañana al Gobierno no haber mediado ni propiciado diálogo entre lagareros y productores. Y denunció que la no recogida de manzana es mala imagen para la marca Asturias.