Más de dos horas de espera tuvieron que soportar ayer los pasajeros del tren Alvia 4160 que realizaba el trayecto Gijón-Madrid Chamartín. Una avería, al parecer ajena a cualquier incidencia climatológica y a la altura del intercambiador en la estación de León obligó a Renfe a disponer de otro convoy y a realizar el transbordo de los pasajeros, que se quejaron de la falta de información de la compañía, circunstancia habitual en este tipo de incidencias.
El Alvia no llevaba vagón cafetería, lo que hizo más complicado el parón de 136 minutos hasta que las decenas de pasajeros afectados abandonaron en tren y se subieron al alternativo. El Alvia tenía prevista su llegada a la estación madrileña de Chamartín a las nueve y diez minutos de la noche, una hora que prácticamente coincidió con la de reanudación del viaje desde León.
