Los seis grandes incendios del Suroccidente quemaron 10.206 hectáreas, según indicó ayer el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, en una comparecencia para explicar la ola de fuego del pasado octubre. El consejero estimó los daños en 52 millones -el equivalente a la mitad del gasto de Asturias en salarios sociales en un año- en su balance remitido a la Secretaría de Estado para las Administraciones Territoriales, para recabar ayudas. Martínez anunció un plan integral para el Suroccidente y un adelanto de las inversiones que, por nueve millones, estaban ya previstas para 2018. Los 75 incendios entre el 13 y el 19 de octubre -periodo de activación del plan de emergencias- devoraron 12.680 hectáreas, un 80,3 por ciento no arboladas. De esos incendios, 27 fueron en el Suroccidente, quemando 11.707 hectáreas. "Nos enfrentamos a una nueva dimensión de los incendios forestales, una nueva dinámica que nos obliga a respuestas nuevas. Son incendios muy concentrados en el territorio, que se extienden muy rápido, y en los que influyen factores que no controlamos, como las condiciones meteorológicas extremas y la gran carga de combustible del monte", señaló Martínez.

Martínez indicó que la Guardia Civil y Fiscalía investigan 58 incendios intencionados. "Provocar un fuego es una acción criminal que debe perseguirse", indicó. Martínez defendió que la respuesta no fue ni lenta ni descoordinada. La diputada del PP Carmen Pérez de la Mata pidió agilidad y ejemplaridad en la persecución de los incendiarios, mientras que Paula Valero (Podemos) indicó que el Gobierno parece "dormido" en la lucha contra el fuego, mientras el medio rural "se siente abandonado". Concha Masa (IU) pidió "investigar de forma rigurosa y científica el aumento de medidas de prevención", en tanto que el forista Pedro Leal criticó la "nula política forestal". Diana Sánchez (Ciudadanos) apuntó a que una quema controlada en Ibias el 8 de octubre pudo espolear a los incendiarios.

Ocho meses de cárcel

Por otro lado, ayer fue juzgado un hombre por causar de forma imprudente un fuego cerca de San Martín de Ondes (Belmonte de Miranda) en marzo de 2015, cuando limpiaba una finca. El fiscal mantuvo 8 meses para el acusado, quien declaró que el fuego fue causado por una quema controlada a 50 metros de su finca.