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El incierto futuro de las comunicaciones ferroviarias

Pasar un mercancías por la Variante exigirá dos cambios de locomotora

Técnicos del Colegio de Ingenieros de Caminos prevén que las dificultades de adaptación abocarán a los trenes de carga a seguir saliendo por Pajares

Un tren de mercancías en la estación de Campomanes. FERNANDO GEIJO

El ejercicio consiste en imaginar cómo podría un tren de mercancías atravesar una Variante de Pajares equipada según los planes del Gobierno, con vías de ancho estándar o UIC, el más propio del AVE. Las reglas del juego obligan a tener en cuenta que el Ministerio de Fomento tiene en incipiente fase de pruebas unos ejes de ancho variable para vagones de carga, pero que no consta que la misma tecnología exista para las locomotoras. La hipótesis, planteada a los expertos del grupo de ferrocarriles del Colegio de Ingenieros de Caminos de Asturias, obligaría a imaginar una yincana de cambios de ancho y maniobras y a utilizar hasta tres máquinas tractoras para cada convoy de mercancías, con la consiguiente pérdida de tiempo e incremento de costes que hacen pensar a los técnicos consultados que el escenario más probable abocará a los ferrocarriles de carga a seguir utilizando la vieja rampa decimonónica de Pajares.

Sabiendo lo que se sabe hoy respecto al material móvil disponible o en experimentación, incluso en el mejor de los casos, contando con el éxito de las pruebas aún inconclusas, el enredo de un tren que quisiera viajar desde Gijón a Madrid y atravesar los túneles abiertos en ancho estándar -tal y como los planifica el Gobierno tras cambiar de idea haciendo suyos los postulados de Foro- iniciaría una singular carrera de obstáculos. Exigiría para empezar una locomotora de ancho convencional que lo arrastrara hasta Campomanes. Para seguir a partir de aquí sería necesario desenganchar ésta y acoplar otra con los ejes adaptados a la línea UIC para poder llevar el tren -previo paso por un cambiador específico- por los túneles hasta León. Al llegar aquí, como quiera que los trenes de mercancías siguen usando la vía convencional hasta Palencia y Madrid -a partir de León, "la línea de AVE no admite el paso de trenes de mercancías"-, una tercera máquina debería coger al convoy, que habría pasado por un segundo cambiador y que sólo tras una segunda maniobra de desenganche y enganche podría seguir camino hacia el Sur.

Eso sin contar las locomotoras adicionales que serían necesarias para ejecutar cada operación y dando por sentado lo que ya está acreditado, que como quiera que el sistema de cambio de ancho es diferente en los trenes de viajeros y en los de mercancías, la única alternativa viable para que los convoyes de carga usen la Variante con vías UIC es la instalación de dos nuevos cambiadores específicos para ellos, uno en Campomanes y otro en la vertiente leonesa.

La conclusión de los técnicos consultados alerta sobre el coste en tiempo y dinero, sobre la compleja logística de una hipótesis difícil de llevar a los hechos. Advierten de que el ahorro de tiempo de la Variante se amortigua notablemente con los minutos que se perderían en estas maniobras y de que los ejes variables para vagones de carga serán bastante más caros que los convencionales, por lo que dudan de que los operadores decidan abrazar la nueva tecnología, a la que por otro lado le quedan aún por pasar muchas pruebas, al menos "cientos de miles de kilómetros de circulación, decenas o centenares de pasos por intercambiadores para comprobar que en el proceso no sufren desgastes".

Con el carril estándar que Fomento prevé colocar en la Variante, pues, la opción que cada vez se vislumbra como más probable es la que condena a los mercancías a seguir utilizando la rampa de Pajares, la vía del siglo XIX que también necesitaría una notable inversión de puesta a punto y con la que además de dinero se pierde competitividad económica y capacidad de carga. Según los cálculos de algunos expertos, la diferencia entre sacar las mercancías por la vía actual o por la Variante equivale a poder transportar dos millones y medio de toneladas al año u ocho.

Un túnel para cada ancho

Es por todas esas dificultades que los técnicos del grupo de trabajo de ferrocarriles del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Asturias han tomado partido hace tiempo por una Variante plenamente mixta. Dice su tesis, expuesta en un artículo publicado el pasado verano, que "no podemos renunciar a la posibilidad de llevar mercancías por la Variante en el corto plazo", que "una circulación reducida de trenes" de pasajeros al día no justificaría la ingente inversión del calado de la Cordillera. Su opción, pensada con criterios técnicos alejados de la contaminación del debate político, sería un túnel con vía convencional que los mercancías puedan utilizar sin complejas maniobras de cambio de ancho y el otro con carril estándar y todas las prestaciones de la alta velocidad para trenes de viajeros.

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