Del maltrato que sufren las personas mayores se conoce solo la punta del iceberg. Y aunque un informe de la OMS advierte de que la violencia contra los ancianos crece cuanto mayor es su institucionalización, los datos que maneja el Principado apuntan a otra realidad, que el maltrato y las vejaciones se producen ante todo en el ámbito doméstico, sobre todo a manos de las parejas y en menos medida de hijos y nietos. Para aflorar ese maltrato desconocido -el diputado regional del PP Matías Rodríguez Feito llegó a decir que están ocultos el 80 por ciento de los casos- la Consejería de Servicios y Derechos Sociales ha impulsado un protocolo del buen trato a los mayores, que en la mañana de ayer se presentó en la Comisión de Servicios Sociales de la Junta. El protocolo, que se aplicará de forma experimental en nueve residencias, centros de salud, hospitales y servicios sociales municipales, pretende aprobarse para todo el territorio a fines de 2018.

Pero, primero, los datos. Según la última Encuesta de Salud del Principado, el 1,1 por ciento de los mayores de 64 años relata haber recibido maltrato continuado, y un 1,3 por ciento refiere algún episodio aislado. De esos casos de maltrato, el 46,2 por ciento fue ejercido por la pareja de la víctima. Y el 30,8 por ciento por familiares, sobre todo hijos. Es un dato relevante, ya que se trata del segmento de población con mayor violencia de este tipo. Estos datos apuntan a que el maltrato a mayores, al menos en Asturias, se produce en el ámbito doméstico, como recalcó el técnico Julio Bruno Bárcena.

Además, el Letrado del Anciano atendió entre 2008 y 2016 21 casos. En un 62 por ciento se trataba de mayores maltratados por hijos o parejas en el ámbito privado. Un 4,7 por ciento de los casos eran agresiones sexuales por desconocidos. Y un 33,3 por ciento, casos de expolio económico por parte de cuidadores o familiares. Una tercera fuente de datos sobre el maltrato es Registro de Atención Sanitaria en Violencia contra las Mujeres del Principado, que recoge 15 agresiones a mujeres mayores de 65 años en 2015.

El protocolo se plantea como una parte de la estrategia de envejecimiento activo que se presentará en 2018, según anunció la consejera Pilar Varela, quien resaltó que esta herramienta busca "sacar a la luz situaciones maltrato que ahora no son visibles".

El diputado Matías Rodríguez hizo referencia "al problema de maltrato que existe en residencias del ERA, con escritos de los familiares que hacen referencia a pacientes rodeados de bombonas de oxígeno y otras carencias". En concreto se refirió a "una residencia del Occidente", sin especificar si se trataba de la de Navia, cuyo deterioro denunció la diputada de IU Marta Pulgar hace unos días.

Varela lo negó. "Ha habido inspecciones y con consecuencias", indicó. Rosa María Espiño, de Podemos, indicó que las inspecciones son insuficientes, que se hacen precisas medidas para paliar la soledad de muchos mayores que les hace más vulnerables y más medios en general para atenderlos.