El presidente de honor de Mensajeros de la Paz, el Padre Ángel, ha denunciado que el mayor problema de la sociedad es "que no se escucha a la gente", en el marco de su participación en la XIX edición del Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

En cualquier caso, el presidente de honor de Mensajeros de la Paz ha discrepado con la visión pesimista que se ofrece de la sociedad actual y ha vaticinado un futuro mejor, manteniendo el valor de las virtudes humanas. Además, ha hecho hincapié en el actual punto de enfoque que debe tener la obra social de la Iglesia, a favor de aquellas personas que se encuentran en situación de exclusión.

El Padre Ángel ha realizado estas declaraciones durante la conferencia 'Constructores de Justicia y Paz', en la que también ha participado el presidente de la Comisión Justicia y Paz de España, Eduardo Ibáñez, quien ha indicado que hay que estar "al servicio delas necesidades, dificultades, gozos y sufrimientos del mundo" ya que, a su juicio, "es ahí donde reside la base de la concienciación sobre el trabajo de la Iglesia".

Desde su ámbito de actuación, ha señalado que "no es suficiente con trabajar estrictamente en entornos cristianos, sino que la doble estrategia social y de incidencia política se debe llevara cabo horizontalmente, junto con organizaciones de la sociedad civil".

Esta colaboración queda reflejada en la estructura de la Iglesia que ha descrito la presidenta del Foro de Laicos, Dolores García, que la ha definido como "una composición de diversas características trabajando por un mismo fin".

Todos los invitados al encuentro han coincido en la importancia de construir una Iglesia comprometida con mejorar la situación social, tanto a nivel local como nacional, promoviendo la expansión de colaboraciones entre entidades para proyectar de una forma más eficiente la palabra de Dios, estrategias que "no patrocinan ninguna forma ni ideológica ni política", según ha apostillado el Padre Ángel.