Para observar qué define a la mujer de éxito del siglo XXI, desde Different Coaches se planteó mirar al futuro y hacer participar a todas las asistentes a "eWoman" en la cocreación de la biografía de la mujer de éxito en el siglo XXI, María. La propuesta se realizó partiendo de la base de que el motor del éxito está en los valores. Éste es el resultado de la agregación de las miradas de diez de las asistentes, que describen retos, estrategias y valores inspiradores en diferentes etapas de la vida de María, la protagonista del "biopic" que se planteó a las participantes en "eWoman", el evento organizado por Prensa Ibérica y LA NUEVA ESPAÑA, en colaboración con Fundación Telefónica, que abarrotó esta semana el salón del Club Prensa Asturiana.

En estas líneas se recoge el resultado de la práctica y los valores destacados por las asistentes:

Autonomía. A los 2 años María empezó a rechazar la comida que le daban. Un día su madre, desesperada, dejó la cuchara en el cuenco y se levantó para contar hasta diez. De repente, María cogió la cuchara y empezó a comer relajadamente la comida, ¡lo que no quería era que le dieran de comer! A partir de entonces, María empezó a comer sola y rara vez rechazaba lo que le ponían para comer. Así es como ella incorporó en su vida el valor de la autonomía.

Perseverancia. Con 5 años María deseaba tener un móvil con Whatsapp. Para ello se dio cuenta de que tenía que convencer a su madre y durante más de un mes no paró de repetirle cuánto la quería, le recordaba que era la mejor madre del mundo, le aseguraba que se portaría siempre bien y le insistía en que nunca le pediría nada diferente del móvil que deseaba. Su madre opuso mucha resistencia, hasta que entre las dos encontraron una solución: iban a "construir" un móvil con una lámina de cartón que recortarían con la silueta del móvil y sobre la que dibujarían todos los botones que necesitaba tener un móvil. María, satisfecha, no paraba de jugar imitando a los adultos con su "móvil" nuevo? A través de esta experiencia entendió el significado de los valores de la perseverancia y la creatividad.

Responsabilidad. Con 10 años María iba a un colegio público a diez minutos caminando desde su casa. Siempre la llevaba y la recogía su madre. Un día, su madre estaba enferma y no se pudo levantar para llevarla al cole. María, ella solita, se levantó, se vistió, se hizo su desayuno y se marchó sola caminando al cole. Llegó puntual y sin problemas. Ése es el día en el que comprendió el valor de la responsabilidad.

Rebeldía creativa. María ya tiene 15 años e iba al mejor colegio de la ciudad porque sus padres querían darle "la mejor educación". Pero el método no creativo de aquel colegio no era lo suyo, ya que lo que ella más valoraba no eran las notas, sino ser feliz. Así que se plantó delante de su madre y le dijo "cámbiame de cole que no soy feliz y no quiero ser ni médico ni ingeniera". Para María el colegio era una herramienta, no un fin. El principal valor que le acompañó fue la rebeldía creativa.

Determinación. Con 20 años María decidió realizar un curso de "Erasmus" en Finlandia y, ante la imposibilidad de sus padres de financiar su estancia, decidió obtener sus propios ingresos. Para tal fin se postuló para trabajar en el stand de LA NUEVA ESPAÑA en la Feria de Muestras. Gracias a su currículo obtuvo el trabajo y consiguió ahorrar para financiar su estancia en el extranjero. Los valores que inspiraron aquella decisión fueron determinación, esfuerzo, trabajo, autoestima y optimismo.

Complicidad y empatía. A la edad de 30 años María se da cuenta de que ella era la última prioridad en su vida y, en cambio, era responsable de casi todo a nivel familiar. No era feliz. Para cambiar esto empezó a pensar en ella, pues de esa manera podía contribuir mejor a su felicidad y a la de su familia. Dejó de ocuparse de cosas que, pronto, los demás empezaron a realizar en su lugar. Los valores que integró a través de esa experiencia son la complicidad y la empatía.

Mente abierta. A los 40 años, en plena etapa de la colonización espacial, María vio un mensaje en el que se abría un proceso de selección de personas que podían volar al espacio. Ella quería ser seleccionada y para ello se grabó durante una semana realizando su vida dentro de una burbuja. Finalmente, consiguió volar al espacio. El valor que le movió en esta experiencia es la mente abierta.

Planificación y cariño. A los 50 años María estaba en plena crisis y tenía la autoestima algo baja. Siempre había sido exitosa, no rindiéndose por nada ni ante nadie. Su crisis provenía de problemas físicos por no seguir unos hábitos saludables. Por ello, decidió comenzar una rutina de ejercicio y cambió su alimentación. Desde pequeña había sido muy perseverante, por lo que consiguió cambiar sus hábitos de vida y mejorar su salud. Muy rápidamente subió su nivel de autoestima. Los valores clave en esta etapa fueron la planificación y el cariño.

Generosidad. María sopló las velas del pastel a sus 60 años como su último día de empresaria de éxito, ¡quería retirarse siendo aún joven! Al recapitular sobre su vida a raíz de su jubilación sabía que tenía todo lo necesario para ser feliz, sin embargo, notaba un vació en su interior. En ese momento, movida también por un triste suceso familiar, decidió tomar todo su dinero y emprender un viaje para recorrer países desfavorecidos y ayudar a los demás. Los valores que le acompañaron en esa decisión fueron los de cooperación y generosidad.

Autonomía. Con 70 años María se sentía sola. Para mitigar su soledad y la de muchos amigos suyos, se le ocurrió una idea: el "co-housing". Le pareció una manera de compartir, de convivir, de conservar la dignidad, de tener autonomía familiar y, sobre todo, de evitar la soledad. Contactó con todos sus amigos y consiguió montar una casa de "cohousing" con muchos de ellos, ¡incluso se unieron algunos de los que vivían en las casas de sus hijos! El valor que le guió fue la autonomía.

Gratitud. María acababa de cumplir 80 años y su familia, sus hijos, sus clientes, todas aquellas personas que han sido importantes en su vida se reunieron en su fiesta de cumpleaños sorpresa. A María le costaba enfrentarse a los 80. ¡Tantas experiencias, vericuetos hasta llegar a una edad tan redonda?! Ese día pensaba comer sola, sus hijos y nietos vivían en diferentes lugares de un mundo global. De repente sonó su chip de última generación y su hijo la invitó a comer a su casa, la iría a buscar un coche espacial eléctrico ultrasónico que la dejaría en el madrileño barrio de Salamanca en 20 minutos. El hijo le transmitió la energía que le faltaba. Los veinte minutos que duró el viaje de Oviedo a Madrid los pasó contestando los mensajes holográficos que iba recibiendo. Al llegar, toda su gente la esperaba para felicitarla y llenarla de regalos. El valor que le inspiró aquella situación fue la gratitud.

Después de escuchar todos estos capítulos de la vida de María, una conclusión parece evidente: el éxito no se mide a partir de lo que una hace, sino a partir de cómo se siente una con lo que hace. En la medida en que una pone en práctica comportamientos que son coherentes con sus propios valores, la mujer podrá experimentar aquello que llamamos "éxito". Al término de la narración de la biografía de María quedó de relieve que para las féminas de Asturias el valor fundamental en la mujer de éxito del siglo XXI es la perseverancia, seguida muy de cerca por valores como la determinación o la confianza, una realidad que se sintió y se demostró en el extraordinario momento compartido en la primera edición de "eWoman" Asturias.