Susana López Ares (Ponferrada, 1967) es diputada nacional por el PP y vicepresidenta de la mesa de la comisión territorial, encargada de estudiar la modernización del actual Estado de las autonomías. Advierte que esto no significa que necesariamente tenga que haber un cambio en la Constitución, que el Gobierno de Mariano Rajoy buscará el acuerdo de todas las comunidades para modificar el modelo de financiación autonómica y que el PP seguirá defendiendo el carbón como parte del mix energético, para asegurar el empleo y la competitividad de las empresas asturianas y españolas.
- ¿Se imaginaba la situación actual en el Congreso?
-Asistimos a un teatro. Uno baja enseñando unas esposas (por Gabriel Rufián, de ERC), otros te señalan con el dedo, otros te insultan... ERC más que los del PDCat. Es una pena que se utilicen el Congreso y la democracia para ese tipo de actuaciones. Pero los que creemos en la palabra, no tenemos que caer en ese tipo de provocaciones, que es lo que ellos buscan. La anterior legislatura fue un espectáculo y todos los días buscaban algo para llamar la atención e intentar demostrar que ellos eran distintos y que iban a regenerar el sistema. Podemos es peligroso, sobre todo sus líderes, porque se creen que la intimidación puede dar resultado y la practican continuamente. Pero todo evoluciona y ya se ve en Venezuela el comportamiento que tienen los que son como ellos cuando llegan al poder.
- En la comisión para revisar el modelo autonómico hay mucha presencia asturiana, pero faltan muchos partidos.
-Sí, la presencia de diputados asturianos es importante, con Ignacio Prendes (Ciudadanos), Adriana Lastra (PSOE) y yo, y más teniendo en cuenta que hay grupos que no han querido participar (Podemos y los independentistas). Eso les retrata, porque hablan de dialogar, de negociar y de buscar acuerdos, pero cuando se les dice: bien, vamos a hablar, vamos a intentar dejar a un lado lo que nos separa para avanzar con lo que nos une; vamos a pensar cómo debe ser España en el futuro y llegar a un consenso, pues entonces dicen que no. Ellos no quieren hablar, quieren imponer y lo demuestran continuamente.
- No le extraña entonces que Podemos rechazase participar.
-Podemos tendría que explicar qué ha acordado con los independentistas después de que Pablo Iglesias fuera a Barcelona y cenara con un conocido empresario, porque eso explicaría el cambio de actitud que ha tenido respecto de Cataluña, por mucho que lo pretenda envolver. Lo único que les importa es reventar el sistema, que se piense que no funciona y erigirse en salvadores. Y todo el mundo sabe qué pasa con los salvadores.
- ¿Ese estudio para la modernización del modelo autonómico será el primer paso a cambiar la Constitución?
-En el PP tenemos claro que la Constitución establece las reglas del juego, no es una ley o un decreto, y aunque se pueda modificar y ajustar, esos cambios deben ser para que se prologuen y sirvan en el tiempo. Lo primero es evaluar, ver cómo se puede modernizar, pero las variables para tomar una decisión no pueden ser en base a lo que está pasando hoy, ahora, sino pensando en el futuro. Habrá que escuchar a los expertos, hacer una análisis y presentar unas conclusiones. Nosotros ya hemos dicho que el PP no es federalista, ni independentista ni secesionista. A partir de ahí, veremos qué se quiere hacer y para qué.
- ¿Lo dice por el PSOE?
-El PSOE está en su realidad, y no seremos nosotros los que hablemos de la situación interna de otro partido. Lo importante es que se ha encontrado el consenso con ellos y con Ciudadanos para aplicar el artículo 155.
- ¿Y qué van a hacer con Cataluña?
-El problema con Cataluña ha ido evolucionando a peor, para los españoles y sobre todo para los ciudadanos catalanes. Pero la actual Constitución ya tenía previsto que pudiera ocurrir algo así. Es decir, es lo suficientemente flexible como para que quepan varias situaciones. Este proceso ha demostrado que España es una realidad social, con independencia de ideologías. No es sólo un nombre. Y me atrevería a decir que hay una mayoría de catalanes que también se sienten a gusto en España. Por eso hay que evitar que una minoría someta a esa mayoría. Las cosas se pueden mejorar no sólo cambiando la Constitución, a lo mejor se pueden hacer sólo modificaciones.
- Pero el problema con Cataluña afecta a muchas otras decisiones pendientes, como la financiación autonómica.
-El modelo actual fue del PSOE sin acuerdo de todas las comunidades autónomas; el anterior, el de Zapatero (PSOE) fue para darle gusto a Cataluña. Sólo el de Aznar (PP) se aprobó con el acuerdo de todas las autonomías. Nosotros queremos eso, un acuerdo en el que estén todas, y en eso trabajamos. El PSOE nos echa en cara que va muy lento, y nosotros sólo pedimos que no pongan palos en las ruedas.
- Asturias teme salir perjudicada teniendo en cuenta el grave problema de envejecimiento, entre otros.
-Asturias tiene un problema de envejecimiento y baja natalidad, como Galicia, Cantabria y Castilla y León. En otras comunidades, como las del Mediterráneo, tienen más gente joven y necesidades distintas. Pues se trata de atender a unas, como Asturias, en sus necesidades sanitarias y de dependencia en mayor medida, y a las otras en Educación. Son necesidades diferentes y hay que buscar un modelo en el que tengan cabida todas las variables. Ya hemos escuchado a los expertos, hemos estudiado sus conclusiones, y seguimos trabajando.
- Expertos para la modernización del modelo territorial, para la financiación autonómica, para la local y ahora el Gobierno ha creado una comisión para analizar y realizar propuestas en la transición energética. ¿Se le han dado instrucciones sobre el futuro del carbón y qué hacer con las térmicas?
-Nosotros demostramos en lo que creemos con hechos. No valen sólo las palabras. El carbón tiene un papel fundamental en el mix energético y las térmicas de carbón son muy necesarias. Y el PSOE tiene el corazón negro aquí y muy verde en Madrid, por eso aquí dicen una cosa y allí otra, y toda la oposición está en contra del carbón en el Congreso, pero quieren que el recibo de la luz sea más barato. En un momento puntual como ahora, que no llueve, que no hace aire y que aumenta la demanda, sin carbón la factura eléctrica se puede disparar entre un 15 y un 25 por ciento. Pero no sólo para el ciudadano, también para las empresas, y eso las haría menos competitivas.
- El presidente del Principado, Javier Fernández, también ha advertido de lo que supone el cierre de las térmicas.
-El PSOE tiene que aclarar en dónde está en muchos temas: en el carbón, en el modelo territorial, en el de la financiación... Ahora dicen en Madrid que ellos no votaron adelantar el fin del carbón a 2020. Oigan, ¿ustedes quieren engañar o es que no se enteraron de lo que votaban?, porque no se sabe cuál de las opciones es más preocupante. A mí esto me recuerda lo que pasó con el cierre de los pozos mineros. Nosotros, el PP, defendemos las cuencas mineras, a las centrales térmicas, que en sí mismas son un sector y generan muchísimo empleo, y queremos evitar una subida del coste de la luz que reste competitividad a las empresas. Y en ese sentido se está negociando en Europa y flaco favor nos hacen el PSOE, Ciudadanos y Podemos pidiendo que se acabe con el carbón en 2020.
- ¿Se siente más en Madrid el desapego de los ciudadanos a la clase política?
-En épocas de crisis siempre se echa la culpa a alguien de las cosas, aunque las hagan intentando acertar. Pero si no fuera por los miles de políticos que hay en el país, muchos sin cobrar, ¿quién haría que esto funcionara?
- Ya, pero la corrupción...
-España no es un país corrupto, ni su Administración, ni los partidos políticos. Hay personas corruptas, y deben responder con la cárcel y devolviendo lo que hayan robado.
