El Gobierno asturiano ha elevado a 13 concejos, en su mayoría de la franja costera, la prohibición de plantar patatas durante un periodo mínimo de dos años para tratar de atajar la expansión de la plaga de la polilla guatemalteca.

A los concejos de Vegadeo, Castropol, San Tirso de Abres y Taramundi, que ya tenían desde el pasado marzo la consideración de infectados, se han sumado hoy los de Tapia de Casariego, Coaña, El Franco, Navia, Valdés, Cudillero, Pravia, Muros de Nalón y Gijón.

La resolución publicada hoy por el Boletín Oficial del Principado establece también la consideración de zonas tampón a otros catorce municipios para atajar la plaga de la Tecia Solanivora (Povolny).

En este caso, serán Santa Eulalia de Oscos, Villanueva de Oscos, Illano, Boal, Villayón, Tineo, Salas, Candamo, Soto del Barco, Castrillón, Llanera, Illas, Corvera, Avilés, Carreño, Gozón, Siero, Noreña y Villaviciosa los concejos que se someterán a una especial vigilancia.

Como medida complementaria, se ha establecido además la obligación de declarar las parcelas que se vayan a cultivar de patatas, en próximas fechas, en Colunga, Caravia, Ribadesella, Llanes y Ribadedeva.

Red de trampas

La consejería de Desarrollo Rural ha optado por modificar la delimitación de la zona afectada por la plaga como consecuencia de las capturas obtenidas en la red de trampeo, establecida a lo largo del primer año completo de seguimiento, y una vez confirmada la presencia del insecto en Pravia y detectada una localización puntual en Muros de Nalón, muy próxima al foco de Cudillero-Pravia.

Igualmente, se ha constatado la movilidad de la plaga en Gijón, Navia y Valdés, más allá del círculo de protección fijado inicialmente, por lo que se han incluido también ahora como municipios infestados por la polilla guatemalteca.

Igualmente se ha decidido hacer, en aplicación del principio de precaución, con los de Tapia de Casariego, Coaña y El Franco, tras detectarse la presencia puntual de algunos ejemplares con el sistema de trampeo y seguimiento, informa la Consejería en un comunicado.

La resolución de la Consejería detalla que a partir de hoy queda prohibido el cultivo de patatas en todos los concejos y parcelas declarados zona infestada durante un período mínimo de dos años y hasta que se declare oficialmente la erradicación de la plaga.

Todas las plantaciones de patata existentes en las zonas infestadas serán desenterradas, retiradas y destruidas, bajo control oficial, en el tiempo más corto posible, al igual que las de campañas anteriores y las que rebroten en las tierras de cultivo.

En los almacenes de autoconsumo y otros depósitos domésticos no se permitirá el almacenamiento de patatas originarias de zonas infestadas y se instalarán trampas con feromona sexual específica para la captura de la polilla, que serán suministradas por oficinas comarcales de la Consejería.

También se destruirán los sacos y embalajes que hayan estado en contacto con las patatas contaminadas o en la misma estancia, al igual que los lotes de patata almacenados.

En los concejos infectados, sólo se podrán comercializar patatas para el consumo directo e irán preparadas y envasadas para el consumidor final.

También se prohibirá la comercialización de patatas a granel y de aquellas producidas dentro de las zonas infestadas.

La indemnización por patata de siembra certificada y no utilizada se ha fijado en 0,70 euros por kilo, previa presentación de factura de compra, y si ha sido adquirida antes del 5 de marzo de 2017.

La indemnización por la no utilización de la patata de siembra de reempleo en la propia explotación se establece en 0,30 euros por kilo, bajo control oficial.