El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), en colaboración con los responsables de EDP, llevarán cabo el próximo jueves, día 23 de noviembre, un simulacro de emergencia en las instalaciones de la Central Térmica de Aboño.

La hipótesis accidental será la fuga de gas de horno alto por un agujero producido en la conducción que transporta este producto al gasómetro y la formación de una nube tóxica. El incidente afectará a un total de 11 personas: 5 heridos de la empresa (traumatizados e intoxicados) y 6 intoxicados en el exterior de la factoría.

Ante esta situación el Consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, activará el Plan de Emergencia Exterior de la Empresa (PLAQUIMPA), en situación1, por un accidente de categoría 3. En esta categoría, de las tres existentes, se enmarcan aquellos accidentes para los que se prevén como consecuencias posibles víctimas, daños materiales graves o alteraciones graves del medio ambiente en zonas extensas y en el exterior del establecimiento.

En el simulacro que se desarrollará en tiempo real y comenzará en torno a las 10.00 horas, intervendrán cerca de 200 personas de diferentes organismos, entre otros, SEPA, Ayuntamientos de Gijón y Carreño, Guardia Civil, Policía Nacional y Local, personal de EDP, distintos servicios sanitarios como SAMU-Asturias o Cruz Roja y responsables de diversas consejerías del Gobierno del Principado de Asturias.

En lo que se refiere a medios materiales el ejercicio supondrá la movilización, entre otros, de los vehículos especiales de intervención de emergencias de Bomberos del SEPA, el VAL (Vehículo de Apoyo Logístico) y el camión PMA (Puesto de Mando Avanzado), el helicóptero medicalizado del organismo autónomo y la aeronave de la Guardia Civil y una UVI-móvil, 3 ambulancias de soporte vital básico y una convencional del SAMU y cuatro vehículos de bomberos de Gijón y de ArcelorMittal.

Tras el simulacro se realizará una evaluación por parte de todos los intervinientes con la que se pretende revisar y mejorar, si fuese necesario, la operatividad del plan.

El objetivo de un plan de emergencia de este tipo es prevenir las consecuencias de los posibles accidentes, así como implantar las medidas de protección más adecuadas, movilizar los recursos humanos y materiales necesarios y asentar el esquema de coordinación de las autoridades, órganos y servicios llamados a intervenir.

A falta de un análisis más exhaustivo, los responsables del último plan desarrollado en la térmica de Aboño valoraron "muy satisfactoriamente" el ejercicio realizado, ya que se ha comprobado la operatividad del plan, sobre todo en lo que se refiere a la coordinación, capacidad de respuesta y efectividad de todos los intervinientes, según informó el Principado en una nota de prensa.