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Una investigación asturiana permite destruir plumeros de manera eficiente

Tres científicas del Instituto del Carbón evalúan aplicar por primera vez a la planta un proceso que la carboniza y elimina sus semillas

Loreto Suárez, Teresa A. Centeno y Laura Guardia con el panel explicativo de su trabajo. J. R.

El Instituto Nacional del Carbón, centro asturiano integrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), investiga formas novedosas para hacer frente a la expansión del plumero de la Pampa en Asturias. Un equipo formado por tres mujeres analiza los resultados de aplicar a la planta invasora un método que convierte materia orgánica en carbono, mediante la denominada carbonización hidrotermal. Se trata de un tratamiento térmico a temperaturas relativamente bajas -unos 200 o 300 grados- y altas presiones. El resultado es la transformación "in situ" de los plumeros de la Pampa en un material enriquecido en carbono y un producto líquido cuyas propiedades aún se investigan.

"Este proceso tiene como ventaja que la propia humedad del plumero de la Pampa -que es elevada- actúa como reactivo, así que no se necesita un proceso previo de secado", explica la investigadora Teresa A. Centeno, al frente del equipo que forma con Laura Guardia y Loreto Suárez.

Otra de las ventajas de este sistema, sometido aún a experimentación y que podría servir para frenar la invasión del plumero, es que sólo se genera un 10% de gases en el proceso, por lo que "la producción de dióxido de carbono es mucho más reducida que en los procesos estándar" de carbonización. Además, también se está analizando la composición de la fracción acuosa para determinar la presencia de productos con un alto valor añadido. Sostienen las investigadoras que este subproducto podría favorecer el enriquecimiento del suelo, ya que los plumeros de la Pampa crecen en terrenos empobrecidos de manto vegetal.

En resumen, se obtiene "un material estable y las semillas son destruidas", y su transporte es más sencillo, pues el alto contenido en humedad de las plantas suele hacer lo más complicado. "En último caso se podría llevar al vertedero porque presenta menor humedad, es más estable y ocupa menos. Es más fácil de manejar", resume Centeno. Pero de momento las investigadoras estudian desde hace unos seis meses su método y evalúan los costes, pues aún está en fase de laboratorio. Aunque el proceso que quieren aplicar no es nuevo, sí es la primera vez que se aplica en plantas invasoras.

La intención es poder disponer de una miniplanta de tratamiento hidrotermal que sea transportable a cada zona que vayan a tratar. Este proyecto de investigación es una de las líneas de valorización de residuos biomásicos (magaya, madera, etcétera) como precursores de materiales con alto valor añadido que desarrolla el Instituto Nacional del Carbón. Además, aplican diferentes procesos para obtener materiales de carbono con aplicaciones en distintos campos. Fue precisamente la necesidad urgente de actuar contra las especies invasoras lo que motivó a las investigadores a realizar los primeros ensayos.

Ayer, con motivo de las Jornadas sobre Bioeconomía organizadas por la Universidad de Oviedo y el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), las investigadoras presentaron en un panel los avances de su investigación.

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