"Vamos a la ruina". Esta frase se repetía ayer entre los dueños de autoescuelas en Asturias, que protagonizaron una manifestación con caravana y pitadas por Oviedo para exigir al Gobierno central y a los examinadores de la Dirección General de Tráfico que lleguen a un acuerdo que ponga fin a la huelga que les acosa desde el pasado mes de junio.

"Ya han cerrado tres autoescuelas y se están perdiendo empleos porque al no haber exámenes nada más que una vez al mes para cada autoescuela, los alumnos apuntados dejan de hacer prácticas y por tanto no pagan y no se apuntan otros nuevos ante el atasco que hay", aseguró ayer durante la concentración Rubén Castro, presidente de la Unión de Empresarios de Autoescuelas de Asturias (UEAS).

Según sus cálculos, en Asturias hay más de 6.000 alumnos esperando a poder examinarse para obtener el carné de conducir, "miles de horas de trabajo que han perdido para examinarse y al final no hacerlo, y más de 100.000 permisos menos expedidos en toda España. Es una auténtica vergüenza".

La huelga de los examinadores ha provocado pérdidas económicas en el tercer trimestre del año superiores al 60 por ciento respecto al mismo periodo del año pasado. Y es que los meses de verano son los fuertes para las autoescuelas porque es cuando más alumnos tienen. Esta caída ha provocado una situación que Castro calificó de "crítica", porque supondrá que al cierre del ejercicio registren una caída media de la facturación del 40 por ciento.

Decenas de vehículos de autoescuelas de toda la región salieron a las 11.00 horas de ayer del Palacio de los Deportes de Oviedo y subieron en caravana tocando el cláxon de sus coches atravesando todo el centro de la capital del Principado hasta la plaza de España, que atascaron por completo para protestar ante la Delegación del Gobierno.