Los dos fuegos declarados la tarde del miércoles en el Suroccidente asturiano están ya prácticamente extinguidos. Las llamas afectaron a monte bajo en Touzaque (Bimeda) y Otás, dos pueblos de Cangas del Narcea.

Los bomberos trabajan ya en las últimas labores de extinción, que se vieron favorecidas por la lluvia que cayó a última hora del miércoles. Aunque poca, ayudó a humedecer el terreno. Hoy no llueve en Cangas, pero tampoco sopla el viento fuerte, uno de los máximos culpables de que se extiendan las llamas.