Desarrollo Rural intensifica la vigilancia contra la polilla guatemalteca y para ello ha comenzado a instalar nuevas trampas en 85 focos ubicados en la franja que va de Cudillero a Gijón. Aunque no existe constancia de presencia efectiva del insecto en esas zonas, la medida ha sido tomada para tratar de acotar al máximo la presencia de la mariposa que se alimenta exclusivamente de los tubérculos.

Así lo indicó ayer a este diario el director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, que mantuvo una reunión con los almacenistas de patata para hablar de las pautas que deben seguir los mayoristas en sus instalaciones. Casas consideró "obligada" la colaboración de los almacenes para contener una plaga que según dijo, "no se ha expandido". El director general no se resigna a que la región tenga que convivir con la polilla. "Nuestro objetivo es echarla de Asturias", indicó.

Los mayoristas no ocultaron su preocupación ante un problema que les afecta de forma directa. José Francisco García, gerente de Almacenes El Majo, en Cangas del Narcea, aseguró que la situación es "muy grave" y consideró bastante complicado acabar con la presencia de mariposas.

Los almacenes "limpios" de polilla deben tomar medidas de precaución. En los que se detecte algún brote se procederá a la retirada del producto. El Principado también pagará indemnizaciones cuando sean necesarias.

En Asturias, con 5.000 parcelas de patatas declaradas, se capturaron 2.500 polillas en las trampas instaladas a lo largo del año.

La consejería de Desarrollo Rural actualizó esta semana la delimitación de las zonas infestadas y tampón. En la primera categoría se encuentran Tapia de Casariego, Coaña, El Franco, Navia, Valdés, Cudillero, Pravia, Muros de Nalón, Gijón, Vegadeo, Castropol, San Tirso de Abres y Taramundi.

En estos trece concejos no se podrá cultivar patata durante un periodo mínimo de dos años, hasta que se declare la erradicación oficial. Otros 19 municipios son "tampón".