La visita a La Coruña, para recibir la insignia de oro del Centro Asturiano, hizo a Javier Fernández lanzarse a pedir el fomento de "una conciencia común del Noroeste peninsular" y a Fomento atención para las asignaturas pendientes. El presidente del Principado aprovechó para sumarse a la Xunta y a los empresarios gallegos y asturianos y reclamar que la conexión ferroviaria de los puertos del Noroeste con los ejes prioritarios del Corredor Atlántico europeo "merezca la atención del Ministerio de Fomento para que la pereza administrativa y la desidia presupuestaria, siempre acechantes, no posterguen estas reivindicaciones".

"No estoy buscando una controversia", aclaró Fernández una vez sumada su voz a las que desde Galicia, Asturias y Castilla y León han efectuado ya llamadas de urgencia al ministro Íñigo de la Serna. Se trata de que Fomento incluya los ejes del Norte, entre ellos la Variante de Pajares, entre los proyectos de financiación prioritaria que el Gobierno defenderá ante Bruselas cuando en 2018 se abra la negociación del nuevo reglamento de ayudas europeas, vigente a partir de 2021.

La demanda de una "conciencia común" era también, no obstante, la constatación de los problemas compartidos y de "la obligación política consecuente de cooperar para afrontarlos conjuntamente". No sólo es la necesidad de impulso a las infraestructuras de todos, también los retos "relacionados con la protección ambiental, la lucha contra los incendios forestales y, si cabe hacer escalas, incluso más grave, el declive demográfico".

No quiso marcharse sin volver a dejar su versión sobre el futuro del "armazón territorial del Estado", tan en entredicho, y proclamó que "el federalismo de buena ley se asienta en la lealtad y la solidaridad", defendió "más la cooperación que la competencia entre administraciones" y concluyó que pese a todos los problemas del presente "ésta es la mejor España que hemos tenido nunca, la España más de todos los españoles que hemos tenido jamás".