Decenas de personas abarrotan la iglesia parroquial de Villaviciosa para dar el último adiós a Adriàn Gancedo, asesinado a cuchilladas en la madrugada del domingo presuntamente por el joven Brayan Tuero, quien permanece en el Centro Penitenciario de Asturias en prisión provisional acusado del homicidio.

"Esta tarde somos partícipes de una tragedia que no sólo experimenta la familia y quienes conocían y valoraban a Adrián. Toda la Villa está afectada por esta tragedia", señaló el párroco, Jorge Cabal, que indicó en su homilía que "el mal no debe tener la última palabra en nuestra vida" y pidió a los asistentes que "no os quedéis con el dolor".

Adrián Gancedo, que era vecino de Rozaes, era muy querido en la zona y fue apuñalado por, según testigos, mediar en una disputa entre su agresor y el padre de éste. El grave suceso ha afectado mucho a la sociedad maliayesa. Tras la declaración en los juzgados de Villaviciosa de Brayan Tuero, decenas de vecinos le despidieron entre gritos y se vivieron escenas de tensión y desesperación.

Los padres de la víctima claman por justicia. Adrián Gancedo deja una hija de diez años, que está viviendo estos duros momentos junto a sus abuelos.