La rivalidad de gestos que precede a la entrada, hoy, del proyecto de Presupuesto autonómico en la Junta encontró ayer a los recelosos interlocutores del Gobierno tendiendo una mano para el acuerdo, pero manteniendo la otra levantada. Por si acaso. Podemos e IU, los principales interpelados, ni cierran puertas ni se fían. Podemos recela de la voluntad de un Ejecutivo al que emplaza a "perder el miedo de llegar a un acuerdo con nosotros" e IU reprueba una "estrategia con riesgos" en la que el Ejecutivo no da cifras y además "enreda con temas de gestión", citando la sanidad o la exigencia de devolución de las subvenciones de los planes de empleo que de pronto pesa sobre 21 ayuntamientos asturianos. Es así que el registro del proyecto en la Junta se sustancia hoy con el único sustento del PSOE y la fanfarria de las dudas de todo el resto de la cámara.

Gaspar Llamazares (IU) no quiere llegar a la enmienda de totalidad, pero lamenta que la negociación haya llegado hasta aquí en un clima de teórica receptividad a sus propuestas sociales que oculta muchas incertidumbres. Habla de "dudas" que les empujarán, dice, no sólo a analizar las cifras del Presupuesto, también a incorporar en el diálogo "mecanismos de control de la gestión del Gobierno".

La puerta abierta que deja Podemos es la consideración de Emilio León de que la integración de las escuelas infantiles en la red pública y el sí a su unidad anticorrupción "serían pasos adelante muy importantes". De momento, no obstante, Podemos "no avala" el proyecto por la convicción de que "son insuficientes los pasos que del Gobierno" y añade, para el diálogo que queda, que "vamos a dejar claro que el 'Black Friday' ya pasó, que no estamos en las rebajas, sino en una negociación presupuestaria donde hay que pedir garantías y compromisos claros y rotundos". Está eso y su sospecha de que hay otra opción aparte de la prórroga, porque tampoco descarta que vuelva el PP al rescate. Ayer, en la Junta de Portavoces, la popular Mercedes Fernández pidió que cualquier cambio en el calendario aprobado para la tramitación parlamentaria del Presupuesto sea comunicada a la cámara, algo que León interpreta como un guiño del PP, un "avisadnos si pensais volver a retirar el proyecto", como hace dos años, para intentar salvarlo.

De palabra, el PP ataca. Mercedes Fernández llama a "corregir el modelo fiscal a la baja", como en los Presupuestos de 2015 y 2017, pero lamenta que este Gobierno les haya "cerrado la puerta como ningún otro". Para Marcelino Marcos (PSOE), los populares dejan ver "cierta pelusilla" pese a que "nunca ha dejado de poder participar" en el proceso y el panorama parlamentario se cierra con Cristina Coto (Foro) reincidiendo en la demanda de retirada del Impuesto de Sucesiones y Nicanor García (Ciudadanos) decepcionado por "un proceso poco serio" en el que Podemos "juega a marear y a enredar" y "todo el mundo parece cómodo con la prórroga".