En su historial policial consta una investigación por terrorismo yihadista, y de hecho aún le siguen los pasos en la creencia de que es una bomba de relojería. Sufre además una psicosis provocada por el consumo de drogas (sobre todo hachís y cocaína) que le provoca brotes alucinatorios. M. E. F., de 27 años, residente en Moreda de Aller, aunque de origen marroquí, concretamente de la ciudad de Nador -conspicua patria de yihadistas-, fue detenido el pasado sábado por la policía tras amenazar de muerte a su expareja, una joven mierense de 23 años, quien relata además un incidente anterior, el pasado septiembre en una calle de Oviedo, en el que su exnovio -tuvieron una breve relación de tres meses- llegó a amenazarla con un cuchillo de grandes dimensiones, aunque la llegada de la Policía frustró cualquier agresión.
El último episodio se produjo en la madrugada del sábado, día contra la violencia machista, cuando el ahora investigado acompañó desde Pola de Lena a Mieres a su exnovia, que trabaja en la localidad lenense de camarera. Al llegar a Mieres, el hombre pagó el taxi en el que habían viajado. Entonces, según declaró, esperó a que su exnovia le bajase el dinero del taxi. Como no lo hizo, comenzó a mandarle mensajes de whatsapss, alrededor de 200, y hasta 33 videollamadas, exigiéndole que le devolviese la cartera. Luego, haciéndose pasar por un primo suyo, llamó a la joven para amenazarla de muerte.
La joven decidió denunciar los hechos en Comisaría y los agentes le detuvieron horas después. Ayer compareció ante el titular del juzgado número 3 de Mieres, quien, a petición de la Fiscalía, decidió abrir diligencias por presunto delito de amenazas en el ámbito de la violencia de género. El Juzgado ha ordenado realizar nuevas diligencias de investigación, en concreto una nueva declaración de la víctima y la aclaración del incidente ocurrido el pasado septiembre. Como medida cautelar se ha ordenado al investigado que no se acerque a menos de 500 metros de la joven amenazada. El letrado del joven de origen marroquí, Manuel Javier López García, intentó que el juez decretase una medida de internamiento para el investigado, en atención a lo imprevisible de su comportamiento por la psicosis que padece.
