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La mantequilla vive una edad de oro y tira del mercado lácteo mundial

Los ganaderos reclaman a la industria que aproveche el "boom" para obtener valor añadido y provocar una subida del precio por litro en origen

Mantequilla en proceso de elaboración. LNE

La mantequilla, el grasiento bloque dorado, recupera lustre y alcanza cotizaciones en los mercados mundiales comparables a las del oro. Desde 2016 el producto ha duplicado su precio en las subastas internacionales y se ha disparado en Europa, donde los cien kilos se pagan a 533 euros, según datos de esta misma semana, lo que representa un incremento cercano al 80% si se compara con el mismo periodo de 2016.

Aunque el precio ha ido cayendo desde el verano, aún se encuentra en niveles inusualmente altos. Los ganaderos confían en que continúe la tendencia, aunque en Asturias la repercusión de este éxito de la mantequilla no sea equiparable a la que experimentan otros países del entorno.

Actualmente ILAS-Reny Picot y Central Lechera Asturiana son las únicas empresas de la región que "secan" leche para elaborar este producto. El grupo de Anleo, capitaneado por Francisco Rodríguez, se ha encontrado con un regalo inesperado, como lo son casi todos los vaivenes que sufre el sector lácteo desde el fin de las cuotas. La mantequilla es uno de sus productos estrella desde hace años, hasta el punto de que es frecuente encontrarla en el catering de compañías aéreas internacionales. Ahora el tirón de la demanda ha llevado a la empresa a firmar un acuerdo con la cadena francesa System U para comercializar en sus lineales mantequilla fabricada en Anleo.

Llama la atención que Francia, excedentario en producción láctea, que tiene la mantequilla como santo y seña de su cocina, (el consumo medio es de 7,4 kilos al año por habitante), necesite surtirse en Asturias. La razón estriba en el insólito crecimiento de la demanda de la industria de bollería y postres, que abandonan la margarina y el aceite de palma y se lanzan a los brazos de una grasa hasta hace poco considerada "poco saludable". Y es que este regreso triunfal de la mantequilla se sustenta en buena medida en el cambio de hábitos alimentarios, principalmente en el mundo anglosajón, que ha vuelto a poner sus ojos en esta grasa animal en detrimento de las vegetales.

El vicepresidente de la Interprofesional Láctea Española, Ramón Artime, lamenta que el sector lácteo español, salvo en casos contados, no haya sabido beneficiarse de un "boom" que ha hecho subir como la espuma el precio de la leche en Europa en los últimos meses. "El sector español siempre apostó por la leche líquida y sigue empeñado en ello. Los países que se lanzaron a fabricar mantequilla y nata superan un 13% la media del precio de la leche que se paga en España". La propia Interprofesional Francesa aconsejó hace años a sus colegas de la Península aprovechar la crisis para sacar ventaja de productos que dejan importantes ganancias y que tenían demanda en países emergentes.

"En Francia apostaron por las torres de leche en polvo y acertaron, hasta el punto de que tienen problemas de abastecimiento, aquí seguimos instalados en lo fácil", añade Artime. En España, según datos del Ministerio de Agricultura, la producción de nata de consumo directo ha repuntado un 14,5% y la de mantequilla, un 2,05% en los cuatro primeros meses del año, aunque las cantidades aún son reducidas y representan algo más del 3% de los productos obtenidos con la leche de vaca. El director general de la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil), Luis Calabozo, relaciona el "boom" de precios a la tendencia que comenzó en Estados Unidos, donde las grandes empresas cambian las grasas vegetales por las derivadas de la leche. La otra cara de la moneda son los stocks de leche desnatada en polvo almacenados por la Unión Europea, que hundirían el mercado si la Comisión decide sacarlos a licitación.

Hace tres años Bruselas promovió la compra de cientos de toneladas para sacar del atolladero a las industrias. Ahora existe el temor a que ese producto se comercialice justo cuando la producción de leche se encuentra al alza. La posibilidad preocupa a empresarios como Francisco Rodríguez, que basan buena parte de su estrategia en elaborar leche en polvo que se exporta a terceros países.

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