Temperaturas gélidas, vientos fuertes, aguaceros generalizados en toda la comunidad y lluvias que en muchos concejos de la región superaron con creces los veinte litros por metro cuadrado. Fue el paisaje meteorológico de ayer en Asturias, un día en el que a las seis de la tarde era noche cerrada. Jornada de invierno, aunque falten veinte días para el inicio de la estación, con algunos datos significativos. Por ejemplo, los 3,5 grados bajo cero registrados en el punto de control del puerto de Pajares, o una racha de viento de 93 kilómetros por hora en Llanes, a las nueve menos veinte de la mañana. Fue la quinta mayor de todo el país.

La intensa lluvia, a veces granizo, y los copos de nieve a partir de los 700 metros de altitud marcaron el día en el Suroccidente de Asturias. Las poblaciones situadas sobre los 1.000 metros volvieron a cubrirse de un manto blanco que mantuvo con cadenas los puertos de montaña de la zona. Pero la nieve caída no paralizó la actividad cotidiana. En los pueblos más afectados por el temporal los todoterrenos sustituyeron a los turismos, que se quedaron en los garajes, y tienen todo preparado para pasar el invierno. Leña apilada para cocinas y calefacciones, el ganado que aún se mantenía en los pastos ya está estabulado y la matanza hecha, para que no falte comida si el invierno se complica.

"Era hora de que viniera el mal tiempo, el año pasado no nevó prácticamente nada y así tuvimos un año de sequía en el que los manantiales estaban quedándose casi sin agua", explica Alfredo González, vecino de Vallao (Cangas del Narcea), que aunque asegura que la falta de agua no afectó al pueblo sí lo hizo en algunas fincas, lo que les supuso tener que llevársela en cubas a las vacas que allí pastaban.

No obstante, lo que ha nevado desde el miércoles no le parece suficiente a este vecino que asevera que "tiene que nevar mucho más, hasta que lleguemos al metro de nieve".

Al pueblo, que tiene ocho casas habitadas y cinco con ganado, llegaba ayer el servicio de pan. Marcial González, de la panadería Silvela, se acercaba al pueblo entre la nieve para proveer a los vecinos de pan y señalaba que la carretera todavía no estaba siendo un problema para el reparto. "Realmente no hay nieve hasta que se llega a los pueblos de la Chabola y Vallao", subraya. Continuaba su ruta hacia Cibea, donde esperaba no encontrarse más nieve, y comentaba que en los pueblos localizados en cotas más altas en invierno reduce sus visitas puesto que buena parte de la gente, ya mayor, opta por pasar los inviernos en la villa y evitar ante posibles emergencias verse atrapados por la nieve.

Por algunas fincas salpicadas de nieve aún se puede ver ganado con cebaderos instalados en el prado. En Somiedo permanecía cerrada la carretera del alto de la Farrapona, que da acceso a los lagos de Somiedo, el más alto de Asturias con sus 1700 metros.

En Ponga varios argayos a causa de las lluvias pusieron ayer en peligro la circulación en algunos puntos del concejo. Los cuarenta centímetros de nieve que ayer había en Sotres son, para los vecinos de esta localidad cabraliega, una "jalascada". "Así decimos cuando consideramos que la nevada es pequeña", dice la lugareña Ana Moradiellos. "No creo que la nevada llegue al metro de nieve", señaló. A última hora de la tarde permanecían con cadenas los puertos de Pajares, Somiedo, Ventana, Connio, Tarna, Cerredo, San Isidro, Leitariegos, La Cobertoria y San Lorenzo. Estaba cerrado el Alto del Campillo, entre Ibias y Degaña.

Lloverá durante el fin de semana pero mucho más debilmente (hoy las precipitaciones serán más significativas en el Oriente) y mejorará la meteorología a partir de pasado mañana, lunes. Además, la alerta naranaja por nevadas de los últimos días en el Principado pasa a ser amarilla, es decir, el riesgo de nieve es menor que el de las jornadas anteriores.

En medio de una jornada de aguaceros, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) convocó ayer a los representantes de los municipios de Oviedo, Gijón, Avilés, Castrillón, Mires, Langreo y Siero (los que cuentan con más de 20.000 habitantes) para coordinar actuaciones en situaciones de sequía. La reunión tendrá lugar el próximo día 12 en Santander y se pedirá a los responsables municipales que redacten o adapten sus planes municipales de emergencia ante situaciones de sequía.

La nieve como deporte: esquiar en Pajares, sólo para valientes

El estreno de la temporada de esquí en Valgrande-Pajares apenas duró cuatro horas. El tiempo que las condiciones meteorológicas permitieron tener la estación abierta debido a la ventisca y la nieve. Acceder al equipamiento lenense tampoco era fácil: desde primera hora de la mañana el uso de cadenas era obligatorio en la carretera del puerto de Pajares, que estaba cerrada para vehículos pesados.

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San Isidro luce bajo un manto blanco de nieve