El desvarío independentista catalán y el inevitable boicot a los productos de la tierra de Puigdemont van a venir de perlas a la sidra brut asturiana, pero los llagareros de la región reivindican "lo nuestro" por encima de circunstancias ajenas.

Administración regional, hosteleros y llagareros brindaron ayer juntos en Oviedo a la espera de unas Navidades históricas en la presentación de una campaña que comenzará el próximo martes, se mantendrá hasta el 7 de enero y contará con la colaboración de casi trescientos restaurantes de la comunidad que se esforzarán en que la sidra bruta y sus burbujas estén presentes "a precios muy económicos" en los menús festivos.

La campaña contará con cuatro marcas de sidra brut con denominación de origen. Son E. M. (El Gobernador), Poma Áurea (Trabanco), Pomarina (El Gaitero) y Solaya (llagar Quelo), ésta última nueva en el programa de campaña.

El presidente del Consejo regulador de la DOP Tino Cortina, comentó antes del inicio del acto que la impresión del sector es que las cadenas de distribución comercial están pidiendo más producto. Difícil, en todo caso, evaluar la relación con la merma en la comercialización de cava catalán.

El director general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Jesús Casas, aseguró que "tenemos un gran producto", y ese es precisamente el principal motivo por el que vale la pena apostar y consumir la sidra brut asturiana, incluso por encima de "vínculos sentimentales". No se trata de beber lo nuestro, es que lo nuestro está muy bueno.

Casas se refirió a las recientes tensiones habidas este año entre productores y llagareros por los problemas en la compraventa de las manzanas, en año de cosechona. Las tensiones -dijo Jesús Casas- "no son buenas" pero se queda con los altos niveles de calidad conseguidos. "Es fácil decir a un empresario que se ponga a producir una determinada sidra. Detrás de cada proyecto hay mucho riesgo", recordó.

Con una producción todavía corta las posibilidades futuras de la sidra brut asturiana para ampliar mercados son enormes. En el pasado año 2016 se vendieron unos 46.000 litros de este producto, según datos del propio sector, una cifra que da idea muy aproximada del entorno todavía reducido del mercado de la sidra brut.

El presidente de la patronal hostelera Otea, José Luis Álvarez Almeida, hizo un llamamiento "a proteger lo nuestro, ahora que está tan de moda en otros sitios eso del independentismo. Estamos ante unas sidras que aguantan muy bien en la copa, así que no hay que buscar cosas raras por España", sentenció el hostelero Álvarez Almeida haciendo patria asturiana.

La sidra brut identifica a los productos de manzana asturiana que tienen una doble fermentación. La primera es convencional, como cualquier otra sidra. La segunda sirve para generar de manera natural las burbujas, mediante una incorporación de levaduras y una solución azucarada. Y, por supuesto, un poco más de tiempo. Se fermenta por dos métodos, el "champenoise" en botella, y el "granvas" en depósito.

La campaña presentada ayer lleva como lema "Estas Navidades pide sidra brut y brinda con lo auténtico". Es la séptima edición del evento, aún con la asignatura pendiente de llegar a un público más amplio en Asturias donde los consumos están muy enraizados alrededor de la sidra natural, la de siempre.

Asegura Almeida que "este tiene que ser el año de la sidra", y añade el director general de Agroalimentación, Jesús Casas, que últimamente "se habla mucho de la sidra, en ese sentido está siendo un año muy divertido". Todos coinciden en que "se pruebe" la sidra brut porque si se prueba se repite. Los asturianos tienen en su mano el futuro de esta modalidad sidrera.

"La evolución de las sidras es espectacular, no tenemos menos calidad que nadie pero todavía tenemos un paso que dar en la consideración del consumidor", sobre todo del asturiano, explicó el presidente de la denominación de origen Tino Cortina, que se reconoció "entusiasmado" con el "posible crecimiento de este tipo de sidra".

El periodista David Fernández-Prada, que presentó la inauguración de la campaña, se quedó con el "gran recorrido que tiene la sidra brut dentro y fuera de Asturias". Esto -añadió- no es fruto de las circunstancias, sino el resultado de "muchos años picando piedra" por parte del sector.