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RAIMUNDO RODRÍGUEZ ROCA | Coronel jefe del Regimiento Príncipe de Cabo Noval

"El Ejército siempre está para contribuir a la estabilización o a la paz en un conflicto"

"Aquí en Asturias las condiciones climáticas y orográficas dan buenos guerreros, la gente está fuerte"

El coronel Raimundo Rodríguez Roca, en su despacho. MIKI LÓPEZ

El coronel Raimundo Rodríguez Roca cumple a mediados de este mes los preceptivos dos años al frente del Regimiento "Príncipe" con base en La Belga (Siero) y parte para nuevo destino contento con los retos logrados, entre ellos, que uno de los batallones de la unidad haya sido durante un año la unidad "punta de lanza" de la OTAN, la primera de la lista en ser movilizada en caso de crisis. En estos dos años, el regimiento se ha abierto a la sociedad asturiana y ha logrado conectar más con ella. Rodríguez Roca, con 35 años de servicio y una amplia formación académica -es doctor en análisis y estudios de Seguridad por la Universidad de Granada-, fue jefe de Estado Mayor de la Brigada de la Legión, estuvo en Operaciones Especiales y el Estado Mayor de la Defensa y el Ejército de Tierra, acumulando misiones en Guatemala, Kosovo y Afganistán. La misión de Bosnia, indicó, será sobre el papel menos comprometida que la de Afganistán, pero todo puede complicarse en esa castigada zona del mundo. Sobre el regimiento, el coronel cree que "cada vez llega gente más preparada y con más interés".

- ¿A dónde se va ahora?

-Ahora voy a Madrid, al cuartel del Ejército de Tierra, al Estado Mayor, a un puesto de asesoramiento, de estudios, que proporciona visión de futuro.

- ¿Qué impresión se lleva?

-Realmente magnífica, satisfecho profesionalmente, con una unidad muy potente, que ha ido elevando el prestigio en los últimos años. A nivel institucional, nos ha permitido explicarnos más como regimiento, conectar con Asturias.

- A nivel organizativo ha habido cambios.

-A lo largo de estos dos años hemos ido alcanzando todos los objetivos que nos planteaban. Ha habido varios retos. Uno, el que desarrolló en 2016 uno de los batallones del regimiento como "punta de lanza" dentro de otro paquete, la brigada "punta de lanza" de la OTAN, que suponía un cambio en el concepto de empleo de la fuerza y que obligaba a una disponibilidad de dos días. El reto se alcanzó y que produjo una gran satisfacción a nivel de autoridades militares, pero también a nivel nacional. A nosotros nos permitió tener un mayor grado de disponibilidad, adquirir mucha experiencia y conocimiento de los procedimientos OTAN, y descubrir que la calidad de nuestros soldados y nuestra forma de trabajo no solo está a altura de los ejércitos europeos, sino que en algunos aspectos les llegamos a superar.

- ¿Qué otros retos se han conseguido?

-En 2017, que para nosotros ha sido un año de preparación, hemos tenido relación con otros ejércitos como el francés, han estado por aquí los Marines norteamericanos con el avión Osprey y también con muchas instituciones desde el punto de vista de nuestra preparación, como la Policía Nacional, la Guardia Civil e incluso la Universidad de Oviedo, con la que hemos organizado jornadas de liderazgo aplicado, por las que ha pasado toda la Junta del Rectorado, sin olvidar el propio Rector, que ha estado con nosotros haciendo todas las tareas, hasta durmiendo en el campo, que hay que reconocérselo.

- Luego, han probado la dureza de la vida militar...

-Sobre el liderazgo, que tiene muchas dimensiones, lo difícil es encontrar un ejercicio de aplicación, pero es que ese es nuestro trabajo diario.

- ¿Cuáles son los retos de cara a 2018?

-Uno de los batallones de nuestro regimiento saldrá al Líbano, unos 200 aproximadamente, y luego unos pequeños equipos irán a un país del Norte de África, con el que el que España mantiene relaciones bilaterales y realizaremos las misiones de seguridad cooperativa que se han venido desarrollando en diversos países, nosotros hemos ido a Senegal. La Brigada sí irá a otras misiones.

- ¿Qué tipo de misión abordarán en el Líbano?

-Cumplir el mandato que tiene la ONU: vigilancia, patrullaje y cumplimiento de acuerdos. Es una zona que mantiene siempre una tensa calma. Parece que los conflictos que hay en la zona no han afectado todavía a ese país.

- Menos comprometida que Afganistán.

-Inicialmente y de partida, tiene menos nivel de exigencia. Si no se da un caso extraño o se reproduce ahí un conflicto que pueda afectar. Inicialmente más tranquila. Pero es una zona que en los últimos 3.000 años ha habido conflictos.

- A la Brigada se le acaba de nombrar unidad de referencia en combate en zonas boscosas.

-Tenemos en nuestro programa de adiestramiento muchas actividades. Hay que estar preparado para cualquier tipo de contingencia y se hace combate en subsuelo, tiro especial de precisión... Uno de esos adiestramiento es combate en bosque. Es lógico, ya que tanto Galicia como Asturias tenemos unos bosques privilegiados y por tanto la brigada lidera ese entrenamiento funcional. Luego se invita a otras unidades y lo que nosotros hemos aprendido mejor lo vamos enseñando, para que todo el mundo esté igualado. No hay nada premeditado de cara una posible intervención. Los escenarios son múltiples. El combate en subsuelo se ve que es necesario en combates en zonas urbanizadas, que lo estamos viendo en conflictos como el de Siria o Irak. En cuanto entras en la ciudad, el adversario se diluye y desaparece debajo del suelo. Pero esto lo ha habido en Mali, en Afganistán. Es una capacidad más que tenemos que tener.

- ¿Se ha enriquecido el regimiento a nivel de material?

-Ha habido una transformación y hemos recibido los vehículos que han actuado en Afganistán, como el RG-31 y en los últimos tiempos hemos recibido el BMR, como vehículo intermedio, hasta que al Ejército se le dote del 8x8, un vehículo de cuatro ejes, es un vehículo de combate que elimina las cadenas, con una protección importante, con una movilidad importante y cierta potencia de fuego.

- Se han cumplido 25 años de la misión en Bosnia, la primera del regimiento. Aquello abrió una etapa nueva.

-Fue un cambio muy bueno para las Fuerzas Armadas, te permitía tener conocimiento y experiencia, y reforzaba la confianza y el compromiso de España en el mundo. Se demostraba así también la utilidad del Ejército, que estaba ahí y podía servir para algo con este tipo de misiones.

- Quizá ha extendido el equívoco de que el Ejército es una organización simplemente humanitaria, cuando posiblemente no sea así.

-Ha sido una interpretación. El Ejército va a cumplir la misión que le asignen y realmente ha variado mucho desde Bosnia. En unos casos era de mayor intensidad. Las Fuerzas Armadas han hecho labor humanitaria con motivo de algunas catástrofes en América y Asia, pero después hay una amplia gama de misiones de mantenimiento de la paz y hay otras misiones como cuando se despliega bajo el paraguas de la OTAN en Afganistán, que es otro tipo de mandato. Lo que sí es cierto es que el Ejército siempre está en algún sitio para contribuir a una estabilización o una paz del conflicto, ese es el objetivo, por lógica, lo que pasa que a veces se mete todo en el mismo saco.

- ¿Cómo cree que le ha tratado Asturias en el tiempo que ha permanecido aquí?

-Si con algo me quedo es que he contribuido a que el Regimiento "Príncipe" sea un equipo cohesionado, que es de lo que se trata, de jugar en equipo, lograr que nuestro combatiente sea cada vez mejor. Se ha reforzado esa motivación y esa preparación que tiene que tener el soldado. Todo eso desarrolla la capacidad de liderazgo y cada vez tenemos gente mejor. La única forma de utilizar esas mejores capacidades es fomentar la iniciativa. Nuestro trabajo empieza donde acaba el de otros, donde hay condiciones de estrés, dificultad, estás aislado, hay frío, calor extremo. Esta gente tiene que estar preparada para eso. Hemos tenido el VJTF (Very High Readiness Joint Task Force, la brigada "punta de lanza" de la OTAN), que fue una oportunidad que convertimos en capacidad, nuestro acuartelamiento en 2016 y 2017 ha sido el segundo de 130 en cuanto a eficiencia de gestión, y en pruebas físicas, a nivel regimiento, hemos sido los mejores. Aquí en Asturias las condiciones orográficas y climáticas dan buenos guerreros, la gente está fuerte, se preocupa. No es lo mismo un equipo que un grupo. En un equipo, todo el mundo rema en la misma dirección. Todo el mundo tiene un mayor grado de compromiso, antepone un poquitín sus intereses personales al equipo. Hay muy buen ambiente y la gente está muy orgullosa de estar aquí.

- Dice que viene gente cada vez más preparada.

-La gente consigue una mejor preparación e incluso se perfecciona por sí misma. Los suboficiales vienen cada vez mejor formados y con más interés, de forma que su ocio coincide con el trabajo que se hace aquí. Unos leen cuestiones militares, otros hacen prácticas de tiro, la gente está muy embebida en su trabajo y muy comprometida.

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