- ¿El salario social es una tentación a no moverse del sofá?
-Eso es un mito. La gente lo que quiere es trabajar y poder vivir de forma autónoma de su trabajo.
Gema Mañú Echaide es directora general de Inclusión y Protección Social de Navarra. Diplomada en Trabajo Social por la Universidad de Zaragoza, tiene plaza de funcionaria en el Ayuntamiento de Burlada. Máster en Bienestar Social y en Mediación Familiar y Escolar, Gema Mañú participó días atrás en una jornada de trabajo en Oviedo donde se discutieron modelos y alternativas de diferentes comunidades en torno a las políticas sobre trabajo e inclusión social.
- Defina el perfil del beneficiario del salario social básico en su comunidad.
-Al salario social básico de Asturias nosotros en Navarra lo denominamos renta mínima garantizada. Hay un número importante de perceptores que lo que necesitan es eso, una renta que les permita vivir mientras encuentran un trabajo. Y un segundo grupo que además del dinero necesitan un acompañamiento. Yo creo que las políticas activas de empleo no han tenido hasta ahora tan en cuenta a esas personas con más riesgo de inclusión, cuya presencia nos exige una labor complementaria desde el ámbito de los servicios sociales. Es como si en Sanidad no se atendiera a la población en riesgo o situación de exclusión. Nos parecería increíble. Pues con el empleo, igual.
- En Asturias, al menos, las altas en el sistema de salario social básico doblan a las bajas. Se sale mal de esta prestación.
-Está claro que hay un sector de la población cuya inclusión no va a ser a través solo del empleo. Si se piensa así, se fracasa. No sirven los mismos mecanismos para todos. La mayoría de las personas que cobran la renta mínima garantizada trabaja si puede pero el mercado laboral es el que es y tenemos que conseguir que a las personas les merezca la pena trabajar.
- Hay salarios menores al salario social básico.
-Por eso hay que compensar esas cantidades hasta llegar al dinero que cobraba con la renta mínima garantizada. Nos está funcionando muy bien el sistema de suspensión temporal de la percepción social. Si una persona encuentra un trabajo de dos meses, después va a poder seguir cobrando la renta mínima sin necesidad de hacer de nuevo todo el papeleo. Es decir, no se le da de baja en el sistema. Hay que tener en cuenta que para un sector importante de la población un mes sin ingresos se convierte en un grandísimo problema.
- ¿Cuál es la renta mínima garantizada en Navarra?
-Unos 600 euros. Es una cantidad que consideramos que permite vivir con dignidad pero con dificultades. Es lo que cobra una mayoría de perceptores que forman una unidad familiar unipersonal. Representan el 46% del total de beneficiarios, y supongo que algo parecido pasará en Asturias.
- Eso rompe el cliché. Siempre se piensa en familias numerosas.
-Fíjese, unidades familiares de seis o más miembros solo tenemos 76 casos en Navarra cobrando la renta mínima garantizada que, según las circunstancias, puede llegar a los 1.200 euros al mes. En el caso de las personas solas, la mayoría proviene del empleo agrario y la construcción, es decir, personas que han trabajado.
- ¿El futuro?
-Hay que pensar en una renta mínima a nivel europeo, y reclamamos una renta mínima estatal, ampliable en aquellas comunidades autónomas que quisieran y pudieran complementarla. La renta es poco homogénea en España.
