Imaginemos una clase en Asturias de cuarto curso de Primaria compuesta por 19 alumnos. Según los resultados de las pruebas internacionales PIRLS, conocidos ayer, diez de los niños tendrían un nivel alto o avanzado en materia de comprensión lectora; otros siete acreditarían un nivel intermedio y dos presentarían un nivel de competencia bajo.

Aceptable pero mejorable. Asturias sale muy bien parada en el "examen" lector al que fueron convocados en su día casi un millar de alumnos asturianos, la mayoría de 9 años de edad, para comprobar hasta dónde entienden lo que leen y qué consecuencias sacan de sus lecturas.

La nota media asturiana quedó establecida en 548 puntos, que son veinte más que la media española. No es nueva esta distancia de competencia pero la mejor noticia viene dada porque Asturias aguanta y supera el pulso con los países de la OCDE (540 puntos) y, sobre todo, con la media de países de la Unión Europea (539 puntos).

La comparativa nacional llama la atención. Solo siete comunidades pidieron realizar una muestra ampliada, es decir, a gran escala. En Asturias las pruebas fueron realizadas en cincuenta colegios de toda la región, públicos y privados concertados.

Los resultados asturianos fueron los segundos mejores tras los de Madrid, y por delante de Castilla y León y La Rioja, pero en realidad las cuatro comunidades arrojan cifras casi idénticas. Madrid logra una media de 549 puntos, uno más que Asturias, y tres más que riojanos y castellano leoneses.

La sorpresa llega con las tres comunidades del furgón de cola. La peor, el País Vasco (517 puntos); la penúltima, Cataluña (522). Ambas fueron superadas por Andalucía (525 puntos). Los niños vascos y catalanes realizaron las pruebas en sus respectivas lenguas vernáculas.

El director general de Ordenación Académica de la Consejería de Educación, Francisco Laviana, destacó que en los resultados de las pruebas PIRLS no hay apenas diferencias entre niñas y niños pero sí hizo hincapié en la variable del "autoconcepto" de los alumnos y sus familias. Las expectativas "tienen un impacto tremendo en los resultados", dijo.

Laviana mostró un gráfico en el que se explica el carácter muy homogéneo de las "notas" en los diferentes colegios asturianos participantes. Sólo uno de los cincuenta centros educativos sometidos a las pruebas de comprensión lectora se quedó descolgado, por debajo de los 475 puntos. Se trata de un colegio muy pequeño -la Consejería nunca concreta nombres, ni para bien ni para mal- en el que la Administración educativa va poner en marcha acciones pedagógicas de refuerzo y recuperación.

En total, 27 de los 50 colegios evaluados (el 54%) superaron los 550 puntos, que es la frontera que separa los niveles intermedio y alto. Los de mejores resultados rondaron los 580 puntos.

Asturias supera a la mayoría de los miembros del club europeo, salvo a Irlanda, Inglaterra, Finlandia, Polonia y Letonia.

Los responsables de Educación hicieron hincapié en que la edad media de los escolares de cuarto de Primaria asturianos que participaron en las pruebas es cinco meses menor que la edad media total de participantes, unos 360.000 niños de más de cincuenta países. "A esas edades tan tempranas, esa diferencia de meses se nota", dijeron.

El Consejero de Educación, Genaro Alonso, calificó los resultados de "excelentes" que sirven a su juicio "para ratificar nuestra política educativa y el trabajo del profesorado". Alonso recalcó que la comprensión lectora "es clave en el éxito del aprendizaje" y animó a los docentes "a seguir en su esfuerzo".

Las pruebas PIRLS de comprensión lectora vienen a complementar a las TIMMS del pasado año, que evaluaban, también en cuarto de Primaria, las capacidades en Matemáticas y Ciencias. Los resultados son parejos: los de lectura mejoran los de Mates, y quedan un poco por debajo de los conseguidos en Ciencias.

El consejero Alonso se refirió ayer al Plan de Lectura, Escritura e Investigación (PLEI), que funciona en Asturias desde hace algunos años y que lo tienen todos los centros. El titular de Educación apeló a no olvidarlo.