- La huelga de examinadores para el carné de conducir. Meses de conflicto.
-Y tanto, desde el 19 de junio para ser exactos, aunque el conflicto ya había arrancado el día 2. Desde junio llevamos soportando una huelga los lunes, martes y miércoles, y hasta hoy.
- ¿Hasta cuándo?
-Desde el sector de las autoescuelas queremos pensar que pronto se resolverá el conflicto porque nos están ahogando. Vivimos una situación caótica desde el punto de vista empresarial y esta huelga prolongada está suponiendo el cierre de negocios.
- ¿En Asturias?
-En Asturias, tres autoescuelas cerraron definitivamente. En España, muchísimas más.
Rubén Castro Iglesias es presidente de la Unión Empresarial de Autoescuelas de Asturias y, además, miembro de la junta directiva de la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), por decirlo de alguna forma la tercera parte, con voz pero sin voto, de un conflicto que se eterniza.
- ¿Me lo puede explicar?
-Los examinadores piden una serie de mejoras en las que nosotros no podemos entrar porque no somos interlocutores. Negociaron con la Dirección General de Tráfico, que también asegura que no es competencia suya. Ellos son funcionarios y supongo que tienen que negociar con los ministerios de Hacienda e Interior. Nosotros, como empresarios del sector, no somos la causa del conflicto, pero tampoco su solución. Pero estamos en el medio y somos los más perjudicados.
- Se trata de un paro parcial.
-Sí. La huelga es los tres primeros días de la semana y ellos examinan los jueves y los viernes, pero se está formando un atasco inmenso. La huelga comenzó en junio y hasta el pasado lunes el Gobierno no decretó los servicios mínimos, cosa que no podemos entender. En Asturias hay catorce examinadores, nueve en Oviedo y cinco en Gijón, de los que ahora mismo hay doce en activo. Los servicios mínimos son tan importantes que el primer día de su vigencia seis examinadores hicieron trece pruebas cada uno. En total, 78 personas. Y, hay que decirlo, con total normalidad.
- ¿Hasta dónde llega ese atasco de candidatos?
-En España están sin tramitar unos cien mil permisos. Estamos hablando de más de un millón de horas perdidas por nuestros alumnos. Y en materia económica, nuestra temporada alta es el verano, cuando muchos estudiantes aprovechan las vacaciones para sacarse el carné. Una temporada alta perdida.
- ¿Hay atisbos de solución?
-Parece ser que sí. Ojalá. Dicen que quedan flecos, pero con esos flecos llevan días y días y mientras tanto seguimos esperando la desconvocatoria del paro. A los examinadores también les afecta todo esto porque llevan meses cobrando aproximadamente la mitad del salario.
- ¿Cómo ha afectado esto a las relaciones personales?
-En un lugar como Asturias nos conocemos todos y siempre hemos pensado que las relaciones personales hay que separarlas del conflicto laboral. Son cordiales. No me meto en la legitimidad de sus reivindicaciones, somos muy respetuosos con ellas, pero pido a las partes que de una vez por todas lleguen a un acuerdo. Por el momento sólo nos resta capear el temporal, con cierta resignación. Nos sentimos rehenes de la Administración.
- ¿Quieren las autoescuelas privatizar los exámenes de conducir?
-Es algo que se dice y que no es cierto. Lo que queremos es que los exámenes sean públicos con un número de examinadores suficiente para responder a la demanda que existe. Asturias no tiene plazos de espera para examinarse en circunstancias normales. Una alternativa es que las competencias se transfieran a la comunidad. Otra, que se busque un sistema mixto, dependiendo siempre de la Administración central, por supuesto. Algunos países como Portugal lo están poniendo en práctica y con buenos resultados. Y si no hay examinadores suficientes hay que pensar en la contratación de interinos como ocurre con la Educación y la Sanidad. Y sigue siendo empleo público.
- ¿Qué empleo genera el sector de la autoescuela en Asturias?
-Hay unas 150 puertas abiertas. No son 150 autoescuelas, sino que algunos tienen más de una sede. Calculamos que podemos generar unos tres mil puestos de trabajo en empleo directo e indirecto. La situación de conflicto ha hecho que muchos profesores se hayan tenido que ir al paro porque estamos hablando de una huelga de veinticinco semanas de duración. Por fortuna los exámenes teóricos y los de pista se están realizando con normalidad.
