El coronel boina verde Manuel Pérez López, esto es, de Operaciones Especiales -como el actual-, mandará el Regimiento "Príncipe" a partir del viernes, fecha en la que tomará posesión en el acuartelamiento Cabo Noval de La Belga (Siero). Será su primer acto al frente de la unidad, y el último del coronel Raimundo Rodríguez Roca, que se incorpora a un puesto en el Estado Mayor del Ejército -podría ser ascendido a general de brigada-, y que ayer, con motivo de la festividad de la Inmaculada, patrona de la Infantería, se dejaba llevar por la emoción ante los que han sido sus soldados en los últimos dos años. Con ellos ha obtenido éxitos notables, como cumplir con el reto de ser la "punta de lanza" de la OTAN, o colocar al Regimiento como el mejor preparado físicamente del Ejército. Al nuevo jefe le tocará lidiar con la nueva misión en el Líbano, a partir del próximo mes de noviembre, en un ambiente cada vez más enrarecido por el conflicto sirio y la crisis palestina.

Rodríguez Roca indicó que los preparativos de la misión, en la que participarán unos doscientos soldados del batallón "Toledo", comenzará ya en marzo, dentro de cuatro meses. La Brigada Galicia, a la que pertenece el Regimiento, mandará unos quinientos soldados. Rodríguez Roca añadió que, por el momento, aunque se ha asignado la misión de Malí a la Brigada, aún no se ha planteado el despliegue del "Príncipe", aunque podría ir destinado a otro país del norte de África para asesorar y adiestrar a las fuerzas locales. "Se trata de una contribución, si bien indirecta, a la lucha contra el terrorismo, consistente en proporcionar una mejor formación a esos países para que ellos mismos puedan combatir cualquier amenaza a su territorio", remarcó.

La jornada de ayer tenía un cierto sabor nostálgico. Presidió los actos de la Inmaculada el general de división Francisco Rosaleny Pardo de Santayana, director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, y que mandó el Regimiento en 2010 y 2011, coincidiendo con una arriesgada misión en Afganistán. La parada militar, a la que acudió mucho más público que otros años, se desarrolló en medio de una inclemente lluvia y una temperatura gélida, que los soldados soportaron estoicamente en manga corta. El coronel Rodríguez Roca se refirió a esta prueba de dureza con sentido del humor. "Ellos están en el campo con toda tranquilidad cumpliendo sus misiones en cualquier condición climática. Eso sí, los asturianos decían al final que no había sido para tanto", indicó el coronel, que suspendió la tradicional alocución en el patio de armas en atención al mal tiempo, aunque luego ofreció su discurso en el comedor del acuartelamiento durante el acto social.

También se suspendió la entrega de condecoraciones en el exterior y se sustituyó por una ceremonia más íntima en la sala de oficiales del cuartel. Una treintena de soldados recibieron sus condecoraciones.

Por otro lado, se nombró cabo honorífico a Joaquín Rubén Rosal Díaz, director de actividades de Aventuresbi, por su apoyo desinteresado con motivo de las jornadas de liderazgo y proporcionar material de "paint bullet" con motivo de los ejercicios bilaterales que se realizaron con el Ejército francés.